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Del Bosque, la historia de un seleccionador que nos hizo campeones del mundo

  • Del Bosque fue una pieza clave a la hora de ganar el Mundial 2010

El entrenador salmantino Vicente del Bosque es historia de los banquillos españoles. Al frente de su barco estaba la selección española campeona del Mundo, con la que también ganaría la Euro 2012 dos años después.

Hay quien resta méritos a Del Bosque al seguir el sendero iniciado por Luis Aragonés en la Euro 2008; pero continuar ese camino tampoco es fácil. Especialmente con unos jugadores acostumbrados a ganar todo con sus clubes. La cercanía y la bondad que derrochaba Del Bosque, así como el tándem que hacía con su segundo, Toni Grande, fueron clave para que España se proclamase campeona del Mundo en Sudáfrica 2010.

Sus orígenes como futbolista

Del Bosque jugó como futbolista prácticamente toda su carrera en el Real Madrid, durante un total de 16 temporadas en las que jugó 339 partidos oficiales, ganando 5 Ligas y 4 Copas del Rey. Además, llegó a jugar incluso con la selección absoluta de España, disputando un total de 18 encuentros con ‘La Roja’.

Pero sus mayores logros llegaron como entrenador, también del Real Madrid. Aunque al principio se consideraba que era un técnico ‘parche’ hasta que llegaran otros de renombre, terminó dirigiendo al cuadro de Chamartín durante cuatro temporadas, desde 1999 hasta 2003. En ese periodo de tiempo ganó, entre otros títulos, una Copa Intercontinental, dos Ligas de Campeones y dos Campeonatos de Liga.

Tras la Eurocopa de 2008, Luis Aragonés dejó de ser técnico de la selección española, y Vicente del Bosque fue el sustituto del “sabio de Hortaleza”. El objetivo principal con el que llegó el charro era el de aprovechar la mejor generación de futbolistas españoles de toda la historia para levantar por primera vez la copa del Mundo.

La responsabilidad de ganar el Mundial

El carácter afable y cercano de Del Bosque fue un de las claves de su éxito. A lo largo de su carrera, nunca dijo una palabra más alta que otra y eso hacía que se le tuviera una alta estima y respeto, siendo la pieza perfecta para dirigir a un combinado nacional repleto de talentos. Además, tenía la experiencia de haber dirigido a un Real Madrid plagado de galácticos, con jugadores como Zidane, Figo o Beckham.

El Mundial empezó mal, con una derrota ante Suiza. Pero Del Bosque y los suyos supieron tocar las teclas adecuadas para darle la vuelta a la situación. España jugó al límite desde el segundo partido; no se podía fallar, y no lo hicieron.

Alzar la copa del Mundo no fue un camino de rosas. España lo pasó realmente mal por momentos, pero la contribución de Del Bosque ayudó mediante diversos factores para que la selección y el país entero alcanzasen la gloria.

Aunque había un equipo titular bastante marcado, las variantes en ataque dejaron en jaque a muchos rivales. España venía de maravillar en la Euro con su ‘tiki-taka’ y con dos referencias arriba: Villa y Torres. El ‘Niño’ no llegó al Mundial en su mejor momento, lo que propició que Del Bosque tuviera que darle una vuelta de tuerca a la formación para que rindieran los que mejor estaban, y que los mediocampistas tuvieran más llegada al área; nacía la era del ‘Falso 9’.

Sus decisiones técnicas y tácticas fueron clave para llegar a la final. En el partido de Octavos, dio entrada a Fernando Llorente en la segunda parte para que, aprovechando su envergadura, pudiera fijar a los defensas, provocando que los portugueses dejaran más espacios. Y así llegó el gol de la victoria anotado por Villa.

Algo parecido ocurrió en semifinales, donde el charro dio la entrada en el once titular a Pedro Rodríguez, casi un desconocido en esos momentos. Su visión de juego y su desequilibrio torturaron a la zaga germana.

Hay que reconocerle el mérito a Vicente del Bosque en su contribución por aquel Mundial. No bastaba solo con tener a numerosos talentos sobre el césped, sino que también había que saber cómo engrasar toda la maquinaria para conducir a la selección española a la gloria.