Parecía que la lluvia iba a dar tregua a la placa de Griezmann, pero sólo fue un espejismo, pronto se llenaría de ratas. Incluso hubo quien se disfrazó de roedor para mandar un mensaje al francés. Los aficionados le llamaron traidor y pesetero y se lo estuvieron recordando. "La pancarta ha sido dura", reconocía uno de los seguidores. Los gritos de "Griezman muérete" se escucharon tanto dentro como fuera del estadio.