Si hay una acción que es decisiva e importante para tu equipo es el lanzamiento de un penalti y esto puede incrementarse dependiendo de la situación en la que estés. No es lo mismo tirar una pena máxima en un partido de liga que uno que influya para pasar a la final del Mundial.
No solo pasan a la historia por este motivo, sino también por ser fallados justo cuando más se necesitaba ese gol. 11 metros son los que separan el punto de máximo castigo de la línea de cal, pero no todos son capaces de traspasarla.
Antonín Panenka no pensaba que su lanzamiento en la Eurocopa de 1976 el penalti que tiró contra Alemania Federal se haría tan famoso en el mundo entero y que a día de hoy jugadores como Sergio Ramos se especializarían en este tipo de ejecución. Su gol no solo fue un asombro por cómo lo tiró, sino que supuso la victoria de Checoslovaquía. Grandes futbolistas le imitarían luego como Zidane, Pirlo, Ibrahimović o Messi. Otros como Cristiano Ronaldo lo intentaron, pero no tuvieron la misma fortuna.
Existen muchas maneras de tirar una pena máxima, pero hasta ese momento no se había ideado lo que Johan Cruyff y Olsen hicieron cuando jugaban en el Ajax. Lo normal es que el jugador lance directamente a portería, pero Cruyff pasó el balón a su compañero, este controló y se lo devolvió y en última instancia el centrocampista empujó el balón a la red. Esta manera tan ingeniosa de tirarlo hizo que hasta la fecha fuera uno de los mejores goles marcados desde punto de penalti.
Roberto Baggio ha sido uno de los futbolistas más importantes que ha tenido Italia a lo largo de toda su historia. Mundial de 1994, la final se disputó entre brasileños e italianos. Después de 120 minutos, el ganador tendría que decidirse desde los 11 metros. 3-2 para Brasil, por lo que la selección azurra necesitaba un gol para seguir en la pelea y todo quedaba en manos de Baggio. El delantero cogía carrerilla para lanzarlo, pero tal sería su mala ejecución que el esférico no rozó ni la portería, salió despedido hacia arriba.
Cuartos de la Euocopa de 2008. España se jugaba el pase a semifinales contra Italia en los penaltis. Hasta ese momento siempre sucedía lo mismo, si no en una ronda en otra, pero los españoles se iban para casa. Esta vez sería distinto, primero Casillas al parar dos penaltis y luego Cesc Fàbregas anotando el último haría que la suerte para ‘La Roja’ empezara a cambiar.
Si hay algo que ven los más futboleros, independientemente de que su equipo juegue o no, es la final de la Champions. El Estadio Giuseppe Meazza era sede de este evento deportivo y sería testigo de la consecución de la ‘Undécima’ para los merengues. Juanfran tiraba el cuarto lanzamiento para los colchoneros, pero lo estrellaba en el palo. Cristiano marcaba el quinto y daba la victoria al Real Madrid.
Partido amistoso entre Emiratos Árabes y el Líbano. No se jugaban nada, pero algunos jugadores aprovechan estas oportunidades para sacar toda su magia y convencer al entrenador. Eso es lo que hizo Awana Diab, al lanzar un penalti, de camino a contactar con el balón se giró y le dio con la espuela de la pierna derecha. Esta acción algunos lo interpretaron como una sobrada y falta de respeto al rival.