Donde antes había polémica ahora hay abrazos. Donde antes ni se miraban ahora se adoran. Con sus estrellas bien avenidas, el PSG le metió cinco goles al Galatasaray. Un festival de goles en el que destacó sobre todo Neymar. "Lo único que tengo que hacer es estar en el campo, que es donde yo consigo defenderme de todas las críticas", aseguró el brasileño tras el partido.
La sorpresa vino cuando el árbitro pitó penalti. La grada quería que Cavani tirara la pena máxima y Neymar cogió el balón y dejó que lo tirase el uruguayo.