Siempre se dice que Zidane ha tenido una ‘flor en el culo’ y que por eso le ha ido tan bien en su etapa como entrenador en el Real Madrid.
Debido a esta buena racha, donde consiguió 9 títulos en dos años y cinco meses, decidió marcharse al término de la temporada 2018 ya que creía que no podía hacer nada por el equipo. En ese momento había conseguido que un equipo ganara 3 Champions seguidas, algo que hasta la fecha solo ha conseguido él como entrenador. Ya suma 11 títulos, o lo que es lo mismo levanta un trofeo cada 19 partidos con el Real Madrid.
Estaba totalmente equivocado, solo le hicieron falta 284 días para que Florentino le llamara de nuevo y viniera al rescate del equipo. Volvería el 11 de marzo de 2019 con un contrato hasta junio de 2022.
Su regreso no fue un camino de rosas. Tenía que reconstruir un equipo que tenía grandes ausencias, la más importante la de Cristiano Ronaldo. El líder goleador faltaba y tenía que buscar una alternativa para que alguien asumiera el mando en ese aspecto.
Algo que ha sabido hacer es cambiar el estilo de juego de cara a portería. La plantilla jugaba para que el luso marcara y al no estar había que transformarlo. Su buena sintonía con Benzema haría del francés su mejor aliado en el campo. Tal es así que los mejores registros de este vino cuando se fue el portugués.
El nueve del Madrid siempre se ha caracterizado por no ser solo gol. La clase y elegancia de Karim se vio exponencialmente elevada, así como sus tantos a lo largo de la temporada.
Su buena relación con los jugadores es algo que siempre se le ha alabado. Zizou más que nadie sabe cómo funciona un vestuario y por eso ha sabido administrar muy bien las suplencias, los egos y los rifirrafes que se pueden dar entre compañeros.
El verdadero éxito del entrenador francés reside en saber hacer un equipo sólido. Construido desde los cimientos, en este caso representados por el portero y la defensa. Es el equipo menos goleado de la presente temporada y no es casualidad. Hemos visto la mejor versión del belga en algunos partidos e incluso sus paradas salvadoras le ha llegado a dar los tres puntos.
Sus muros de contención pasan por un Casemiro que es el mejor recuperador de La Liga y por una promesa como es Valverde. Repartiendo el juego están los de siempre, pero tras el confinamiento, Zidane ha sabido recuperar el estado de forma de Kroos o Modric que venían mermados por la sobrecarga de partidos.
En el tejado está el ya nombrado Benzema. Su veteranía ha estado compartida con los jóvenes talentos como Vinicius o Rodrygo que le han aportado al equipo la frescura que en ciertos momentos necesitaba.
La recuperación de Asensio ha sido clave también para esta segunda etapa de la temporada. El mallorquín ha puesto las ideas en ataque que se necesitaban e incluso algún gol.
La tarea pendiente del francés es hacer que grandes estrellas como Hazard, que vino para liderar al equipo, o Bale asuman el papel que tienen y lo den todo en el campo. Lo de este último será algo más complicado por la disconformidad que ha expresado abiertamente hacia el club y su total distancia con el público del Bernabéu.
La temporada que comenzó el año anterior ya lo tenía difícil para ganar algo, pero en este tuvo el tiempo suficiente para planificarlo todo y así fue. El primer título que ganó fue la Supercopa de España con el nuevo formato que se disputó en Arabia Saudí.
El segundo ya lo tiene en su mano. La Liga es uno de los trofeos más complicados de conseguir debido a la regularidad que tiene que presentar el conjunto a lo largo del año y esto lo ha sabido hacer muy bien sobre todo después de que se reanudara la competición tras el coronavirus.
El equipo ha sido sólido y aunque han tenido partidos difíciles han sabido demostrar que estaban entrenados para sufrir y aguantar los envistes.
Después de esto tendrá un difícil reto por delante, remontar al City en su estadio y meterse en cuartos de Champions. Es el único técnico que tiene en su palmarés tres competiciones europeas seguidas por lo que en estos terrenos se sabe desenvolver muy bien.