Lionel Messi sigue sin aclarar su futuro pero desde las oficinas del Camp Nou ven con más optimismo que hace unos meses su continuidad. El argentino dejó claro que no resolverá la duda hasta final de temporada pero por el camino va dejando detalles que le acercan más que le alejan.
Su sintonía con Joan Laporta, en apenas un mes de mandato y un título, quedó clara en la final de la Copa del Rey ante el Athletic. El delantero brilló y levantó por primera vez una Copa como capitán blaugrana. Los abrazos y sus sonrisas con el nuevo presidente ejemplifican que las ‘negociaciones’ silenciosas van dando sus frutos.
El Barcelona es consciente que no puede convencer a Messi con dinero por lo que le ofrece un proyecto deportivo basado en La Masía y en crecimiento en los próximos años. Además en la parte económica se maneja ofrecerle un contrato ‘vitalicio’ para así cubrir sus expectativas una vez que cuelgue las botas.
Hay otro dato significativo para resolver el futuro de Lionel. Su familia está encantada en Barcelona y dudan de un cambio ahora que el argentino cumple los 35 años. Antonela Rocuzzo no quiere ni oir hablar de un traslado a una ciudad como París o Manchester.
Messi se ha comprado en los últimos días una nueva casa en el Garraf, comarca muy cercana a Barcelona, según ha informado RAC-1. Hay que recordar que el futbolista ya posee un hotel de lujo en Sitges, hermosa localidad costera del Garraf a tan solo una treintena de kilómetros de Barcelona.
Está por ver si se trata de una nueva inversión de Messi o es una mudanza desde su casa habitual de Castelldefels. Lo que está claro que las raíces de la familia en Barcelona son difíciles de cortar. Y eso lo saben el City o el PSG. Si Messi sonríe, su renovación está cerca.