La situación de Gareth Bale en el Real Madrid ha llegado a un callejón sin salida. El jugador galés quiere terminar su contrato para percibir los 17 millones de euros que gana por temporada, Zidane no quiere volver a coincidir con él y la directiva quiere darle boleto cuanto antes. Queda menos de un mes para que cierre el mercado de fichajes y el equipo merengue debe darse prisa para no comenzar la temporada con un polvorín en el vestuario.
El gran problema para el Real Madrid es que a día de hoy, no ha llegado ni una sola oferta por Gareth Bale a las oficinas del Santiago Bernabéu, ni si quiera para preguntar por la situación. Algo que hace muy difícil que desde el conjunto blanco puedan desprenderse del que ya se ha convertido en el gran lastre del club.
Tras plantearse darle la carta de libertad asumiendo el pago de los 34 millones de euros que le quedan por contrato, según a sabido Deportes Cuatro, el Real Madrid está pensando en llegar a un acuerdo con el club que lo quiera fichar y hacerse cargo de la mitad del salario de Gareth Bale durante los dos primeros años de contrato.
Una medida nunca antes vista y que es muestra de la desesperación que vive el conjunto blanco por desprenderse de un jugador al que ya no le importa quedarse en la grada con tal de percibir los 17 millones de euros que cobra por temporada.
En el Real Madrid se empieza a instaurar el miedo de no conseguir desprenderse del jugador antes del próximo seis de octubre. Zidane ha insistido en que no quiere volver a coincidir con él en el campo de entrenamiento. No cumplir las exigencias del técnico francés podría acabar además en un conflicto entre la dirección deportiva y el área técnica, con lo que ello supondría.
La directiva y el agente de Bale en los próximos días con tal de resolver el entuerto lo antes posible pero su salida está realmente enquistada ante la falta de ofertas por el jugador. Y todo ello a menos de dos semanas para que arranque LaLiga.