Lo peor para el Barça no ha sido la derrota ante el Atlético de Madrid. Piqué, el central que sustenta al equipo en tantos partidos y que ha salvado más de una derrota salía entre lágrimas del terreno de juego.

Corría el minuto 58 cuando Correa iba con el balón, Jordi Alba le intentaba quitar el esférico, el argentino se desestabilizaba con tan mala suerte que caía con todo su cuerpo sobre la rodilla derecha del central. Él sabía desde el primer momento que algo no iba bien y se quedaba dolorido en el suelo sin moverse.

Faltan que las pruebas médicas dictaminen el alcance de la lesión, pero por su cara se puede intuir que es grave y que posiblemente tenga que pasar por quirófano

Uno de los grandes compañeros de Gerard y que formaron una de las mejores pareja de centrales que ha tenido el Barça nada más ver las imágenes sabe que la lesión de Piqué puede ser grave. Carles Puyol era uno de los primeros en mandarle un mensaje. "Força @3gerardpique espero que no sigui res (Fuerza, espero que no sea nada)".

Víctor Font uno de los precandidatos a la presidencia del FC Barcelona también se mostraba preocupado por el estado del jugador culé y le daba "ánimo". Las sensaciones tras ver las imágenes del momento en el que se produce la lesión y las caras de después de Piqué demuestran que se podría estar ante una dolencia bastante seria en donde el periodo de recuperación sería largo.

El Barça tiene una plantilla corta y en la defensa esto se hace más evidente. La pareja de titulares son Lenglet y Piqué, son los que cuentan con la total confianza del entrenador y solo Araujo ha jugado cuando uno de ellos se ha ausentado. Precisamente este se encuentra saliendo de lesión y Umtiti está disponible, pero no cuenta para el técnico holandés. A lo mejor al verse necesitado tira de él para tapar el gran juego que deja el zaguero catalán.

A todo esto hay que sumarle que Sergi Roberto en los últimos minutos del encuentro contra el Atleti, Sergi Roberto disparaba desde fuera del área y este gesto hacía que también se lesionara. El jugador se echaba rápidamente las manos al cuádriceps y cojeaba. Tan era así que no podría seguir y se retiraba directamente al vestuario sin poder terminar el encuentro dejando a su equipo con 10.