El futuro de Leo Messi en Barcelona sigue en el aire. Quiso irse este verano y no le dejaron. Se quedó y prometió compromiso. Pero no está nada claro que su vinculación con el club blaugrana vaya más allá de este mes de junio. La salida de Bartomeu ha quitado de encima un ‘marrón’ a Messi pero no le ha convencido al cien por cien para firmar una continuidad. Necesita más.
Messi, a sus 33 años, quiere un proyecto ganador y en este Barcelona no lo encuentra. El Manchester City se mantiene a la espera y no descarta, según han publicado los medios ingleses, presentar un precontrato al argentino en las próximas semanas.
Carles Tusquets, el presidente de la actual Comisión Gestora, aseguró que "hay buena predisposición de Messi y de sus representantes". Pero la verdad es que el argentino quiere escuchar, y sobre todo ver con hechos, que el futuro del Barça es ganador. Sino su idea de irse se mantiene firme.
El delantero prometió a Ronald Koeman compromiso desde el primer día pero imágenes como las vistas en el último partido de Champions ante el Dinamo de Kiev no le dejan en buen lugar. Durante varias fases del partido, Messi caminaba sin rumbo por el césped sin hacer el más mínimo esfuerzo en la presión culé.
El hartazgo de Messi con la directiva blaugrana es público. Otro ejemplo son las complicaciones que están teniendo para conseguir un acuerdo con la primera plantilla para rebajar la masa salarial. Otra decisión que el argentino no entiende en un club como el Barcelona.
Los jugadores dudan de la legitimidad de Tusquets y la gestora en esta negociación. Messi ha dado un paso más y ha vuelto a contratar Jorge Pecourt, el abogado que se encargó en agosto de enviar al club el burofax pidiendo su salida.
Son días convulsos en el Camp Nou y Leo Messi mantiene los ojos abiertos por si tiene que tomar una decisión que nunca le hubiese gustado hacer: salir del Barcelona. El City –y otros grandes de Europa- también mantiene el radar activado. Se vienen semanas complicadas para la directiva culé.