El Paris Saint Germain quiere juntar a Neymar, Messi y Mbappé. Pese a que el delantero francés ha rechazado una tras otra todas las ofertas de ampliación de contrato desde los despachos parisinos creen que no aguantará la presión de una temporada sin renovar y acabará firmando.
Con equipos de media Europa haciendo cálculos económicos para no saltarse el control financiero y cumplir con el ‘fair-play’ el PSG respira tranquilo. En el Parque de los Príncipes saben que están protegidos con el dinero de los petrodólares y sobre todo libres de sanciones.
En Francia, para hacer un favor a Catar –propietaria del PSG a través de un entramado de jeques- ha decidido que el comité de control no aplique sanciones hasta el año 2023, justo una temporada después del Mundial de fútbol que precisamente se juega en suelo catarí.
Esa maniobra daría tiempo y margen de renegociación al PSG para poder saltarse ahora todas las normas y tenerlo atado en un futuro. El club parisino prevé en más de 200 millones de euros las pérdidas del próximo curso, cantidad siempre que salgan 180 millones en traspasos y sin contar con la contratación de Messi.
La marcha de Leo Messi podría costarle 137 millones de euros al FC Barcelona en valor de marca, según la consultora Brand Finance, lo que supondría una disminución del 11% respecto la actual valoración de 1.266 millones.
Los 137 millones procederían sobre todo de una caída de los ingresos comerciales del club azulgrana, que se verían reducidos en 77 millones, y de las ventas de camisetas y otros productos de mercadotecnia, con los que dejaría de ingresar 43 millones.
El tercer concepto por el que el Barcelona perdería dinero sería en los ingresos por día de partido y los resultados en el terreno de juego, con una caída de 17 millones. Según el informe 'Brand Finance Football 50 2021', el Barcelona es la segunda marca de clubes de fútbol más valiosa del mundo, tan solo superada por el Real Madrid, con 1.276 millones.