El anuncio de la Superliga se precipitó tras una comida de Joan Laporta con Javier Tebas. El presidente del Barcelona comió con el de la Liga por su reciente elección en el cargo culé y le habría filtrado el nacimiento del nuevo proyecto de los clubes europeos al margen de la UEFA, según publicó ‘The New York Times’. Laporta habría filtrado la Superliga a Tebas, y Tebas se lo habría desvelado a Ceferín tres días antes del anuncio oficial.
La UEFA reaccionó muy rápido al anuncio de la Superliga. La máxima competición europea tenía todos los pasos meditados y la estrategia a seguir porque Ceferín ya sabía que se iba a producir. El presidente de la UEFA salió al paso rápidamente y presionó, junto a Boris Johnson, a los clubes ingleses.
Aleksander Ceferín sabía que, sin los equipos de la Premier, la mitad de los 12 fundadores de la Superliga, el proyecto quedaba herido de muerte y así fue. Las presiones de Boris Johnson y la flexibilidad que ofreció la UEFA con una modificación del límite salarial fue un guiño a equipos como el Manchester City o el Chelsea. La Premier dio marcha atrás y la Superliga se ha quedado en ‘stand by’ como confirmó Florentino Pérez a Manu Carreño en su entrevista en El Larguero.
A la flexibilidad del ‘fair play’ financiero para los clubes europeos, la presión de Boris Johnson también habría tenido mucho que ver. El primer ministro británico habría amenazado a Manchester City, United, Arsenal, Tottenham, Liverpool y Chelsea con un impuesto de lujo si jugaban la Superliga, y con problemas en la residencia de los nuevos fichajes que hicieran tras el Brexit.
La Premier reculó y la Superliga quedó aparcada durante un tiempo. Real Madrid y Barcelona son los únicos que se mantienen firmes en sus posturas. Y todo podría haberse precipitado por la filtración de Laporta a Tebas tres días antes en una comida, como publicó ‘The New York Times’. El presidente de la Liga, contrario a la Superliga, habría desvelado a la UEFA la noticia, y la reacción habría sido estudiada porque tuvieron tiempo de reacción.
"Tenemos una posición de prudencia. La Superliga es una necesidad, pero la última palabra la tendrán nuestros socios, como debe ser. Los clubes grandes aportamos muchos recursos y es normal que en el reparto tengamos la oportunidad de decir la nuestra", aseguró Laporta.
"Lo que queremos todos es mejorar el fútbol y tener más recursos. Si los clubes grandes no tenemos recursos, el fútbol sale perjudicado. Creo que habrá concordia institucional, con la voluntad de ir avanzando", apeló el presidente culé.