Koeman ya venía bastante calentito con el arbitraje en el partido de Copa del Rey contra el Sevilla donde reclamaron un penalti. De nuevo ante el Alavés tendría quejas sobre las decisiones arbitrales y esta vez por un gol anulado en fuera de juego.
Minuto 37 y el Barça ganaba 1-0, Griezmann recibía un balón, remató a portería y el rechace del portero lo cogía Messi para hacer el 2-0. Tras revisarlo lo anulaban por una posición adelantada del francés. Esta decisión no gustó ni en el banquillo ni sobre el campo. El holandés comenzó a quejarse al cuarto árbitro y le dijo que era una "vergüenza" y añadía "no es fuera de juego". Koeman se siguió paseando por el área técnica y hablaba él solo diciendo que "no es culpa del árbitro, es culpa del VAR".
Ya en sala de prensa y más tranquilo con el resultado prefería no añadir más leña al fuego. "Según mi banquillo, que tenemos las imágenes, me dijeron que no es fuera de juego, me ha sorprendido por el VAR, pero mejor dejarlo mejor dejarloporque parece que siempre hablo del VAR y hemos ganado 5-1, hemos podido dar descanso a jugadores y es más importante que hablar del VAR"