Erling Haaland es la obsesión del Barcelona acrecentada con el ‘pacto de Turín’ entre Joan Laporta y Mino Raiola. El presidente culé tiene la palabra del representante, según adelantamos en Deportes Cuatro, de que el noruego vestirá de blaugrana este verano si consiguen la parte económica de la operación.
El delantero está en la agenda de todos los grandes de Europa y el PSG –como recambio a Mbappé- o el Manchester City –tras petición personal de Pep Guardiola- pujan con fuerza por Haaland. Sin olvidar al Real Madrid que mantiene intactos los 200 millones de euros que los parisinos rechazaron este pasado verano por Kilyan.
El Barça maneja un plan alternativo para reforzar la plantilla de Xavi si finalmente no consigue cerrar a Haaland. Tanto el entrenador como la secretaría técnica coinciden en la necesidad de un delantero de nivel y un central top.
Según ha publicado el diario ‘Sport’, hay dos nombres sobre la mesa que sobresalen. Isak –delantero de la Real Sociedad- y Koundé, defensa central del Sevilla. Las operaciones para el aterrizaje doble en el Camp Nou ya están abiertas por si falla Haaland.
Isak ya estuvo en negociaciones hace unos meses para llegar al Barcelona pero la operación no cuajó. Eso sí, el club culé cuenta con la ilusión e interés del delantero sueco por jugar en el Camp Nou.
Más complicada está la llegada de Jules Koundé. El Chelsea ya intentó sacarlo del Sánchez Pizjuán hace unos meses pero el club se remite a su cláusula de rescisión de 80 millones de euros. El defensa prefiere seguir en La Liga antes que jugar en la Premier.
El pasado 8 de febrero un terremoto en forma de renuncia del director general del FC Barcelona, Ferran Reverter, sacudió el siempre convulso entorno de la entidad azulgrana, que desde hace pocos días busca CEO. Expertos en la industria del deporte analizan el perfil ideal para asumir el cargo en un club propiedad de los socios.
Todos ellos coinciden en que, más allá de las aptitudes técnicas como conocimiento de la industria del deporte y los entresijos financieros del planeta fútbol, un director general en una entidad como el Barça debe aprender a surfear las olas de un entorno imprevisible.
El emblema azulgrana de 'Més que un club' ('Más que un club') y el azar del balón ponen a menudo en cuestión muchos de los marcos teóricos que se enseñan en las escuelas de negocios.
"Un club de fútbol es bastante reactivo y te explota todo en la cara. En una empresa privada cualquiera tienes muchos más días para realizar, por ejemplo, una estrategia de comunicación coherente", explica a EFE un exejecutivo azulgrana.