Lo nunca visto en el fútbol. Partido en el Sánchez-Pijuán entre el Sevilla y el Granada, 2-1 en el marcador y el árbitro añade 4 minutos. Solo habían discurrido 3 cuando pitó el final. Los jugadores granadinos empezaron a protestar y los asistentes avisaron a Ricardo de Burgos Bengoetxea. A todo esto los jugadores sevillistas estaban llegando al vestuario. Tras un rato de revuelo el encuentro se reanudó para disputar el minuto restante que quedaba.

Muchos jugadores del Sevilla se habían deshecho ya de las camisetas, las botas o los vendajes de protección por lo que rápido se lo tuvieron que volver a poner ante la estupefacción del momento. Lucas Ocampos habló tras el encuentro en los micrófonos del Movistar+ y explicó el por qué de todo el entuerto. "Se le paró el reloj al árbitro. Nunca lo vi, pero siempre se aprende algo nuevo. Hubo jugadores que ya se habían quitado la ropa", comentó el futbolista hispalense.