El jugador verdiblanco fue nombrado ayer en el Puerto de Santa María, su localidad de nacimiento, como Hijo Predilecto. El alcalde de la ciudad, Germán Beardo, le describió como “la bandera de El Puerto, que la lleva por el mundo, un portuense universal". El eterno capitán bético reconoció que era el reconocimiento que había recibido que más ilusión le había hecho hasta la fecha: "Pues creo que sí. El más bonito porque como bien dice mi alcalde Germán es mi tierra, es mi gente, donde me he criado. Entonces estoy enormemente agradecido. El Puerto no me debe nada, yo llevo El Puerto por bandera, son mis raíces, las he llevado por todo el mundo y me siento orgulloso de ser portuense. Aquí me he criado, es verdad que salí con 14 ó 15 añitos, pero he llevado El Puerto en vena y creo que eso lo habéis notado siempre. Así que estoy feliz de poder ser Hijo Predilecto de mi tierra, representar de alguna manera a todos los portuenses, es un día feliz para mí y para mi gente".
Joaquín levantó la pasada temporada la Copa del Rey con el Real Betis, en un partido frente al eterno rival. Durante este evento le preguntaron si había seguido compitiendo tantos años para conseguir levantar una Copa con el club de su vida y para poder hacerse con este reconocimiento, a lo que Joaquín respondió, irónico como siempre: "Un poco ambas, un poco ambas. El Puerto no me debe nada, estoy orgulloso de ser portuense y de seguir disfrutando del fútbol, de mi pasión, es esta etapa de mi vida. Quién me iba a decir que con 41 años iba a poder seguir disfrutando del fútbol. Me llega en un momento feliz y orgulloso".
Después de tantos años, Joaquín ha ido perdiendo cada vez más el protagonismo en el terreno de juego, no así en los medios donde cada vez sigue más activo. Es un pilar fundamental en el grupo de los de Pellegrini, por su veteranía y su capacidad de hacer equipo dentro del vestuario. Su relación con el entrenador es muy buena, ambos saben la posición del capitán dentro del equipo y respetan sus figuras dentro del club mutuamente. “Manuel lleva desde el primer año haciendo una labor ya no sólo como entrenador sino también como psicólogo dentro del vestuario impresionante. Creo que es un tío con una idea, una filosofía y una manera de trabajar que nos enganchó desde el principio y de ahí los resultados. Está en su línea, conmigo fue igual, lo conozco hace mucho tiempo y feliz porque los resultados siguen siendo importantes y esa es la línea que todos queremos tener y Manuel feliz también", afirmó el portuense.
El 30 de junio finaliza su contrato con el club, pero volverá a ampliarlo un año más si el equipo consigue acabar la temporada en puestos de Champions: "Eso no está pedido, eso está firmado. Es algo que uno siempre sueña, sueña por todo lo alto y nuestro objetivo es volver a estar en Europa. Estamos en buen camino, queda mucho por delante y si los puestos europeos se ponen a tiro hay que luchar hasta el final por ellos".