El Atlético de Madrid intentará volver a asaltar LaLiga Santander en un año complicado por el nivel de la competencia, en el que los colchoneros, con muy pocos retoques en su plantilla, se agarran de nuevo a Diego Pablo Simeone como su faro para hacer frente a un Real Madrid campeón de Europa y un FC Barcelona profundamente renovado con el fin de intentar repetir lo que consiguieron en la temporada 20/21.
Tras un año muy irregular en el que defendía título avalado por una gran plantilla, pero en el que estuvo muy lejos de la pelea y sufriendo por amarrar el puesto de Liga de Campeones, el conjunto rojiblanco espera que con menos 'presión' pueda volver a ser un incordio para los dos favoritos.
Todo bajo la dirección del 'Cholo', que afronta ya su duodécima temporada al frente del banquillo rojiblanco, en la que, si todo va bien, superará a Luis Aragonés como el entrenador con más partidos en la historia del club, pues necesita sólo 34 encuentros para alcanzar los 612 que estuvo 'El Sabio de Hortaleza' y convertirse en una leyenda aun mayor para los colchoneros.
Sin embargo, un proyecto tan largo conlleva un desgaste importante, que ya se ha percibido en diferentes momentos de la última temporada cuando el equipo se encontraba en alguna racha negativa y comenzaban a sonar ciertas voces disidentes de un 'cholismo' que ha tenido que reinventarse para no morir por el camino.
Para preparar esta extraña temporada que tendrá una gran pausa por el Mundial, el Atlético ha optado por disputar cuatro partidos amistosos, saldados todos con victorias y buena imagen, y centrar su preparación en Los Ángeles de San Rafael en lugar de irse de gira por otros países. Tras empezar con el 'aperitivo' del Numancia (0-4), se ha deshecho del Manchester United (0-1), del Cádiz en el histórico Trofeo Carranza (1-4) y de la Juventus (0-4), un duelo en el Álvaro Morata fue el protagonista con un triplete.
De este modo, este Atlético parece estar más asentado que el de la temporada pasada, apostando en el mercado por hacer un equipo más sólido que por tratar de fichar a alguna estrella, aunque la sombra de Cristiano Ronaldo se ha cernido sobre el Cívitas Metropolitano durante gran parte del verano.
Las dos incorporaciones del equipo han sido Axel Witsel y Nahuel Molina. El belga llega desde el Borussia Dortmund en teoría para fortalecer el centro del campo con su veteranía. Sin embargo, el internacional ha sido utilizado en ocasiones en la zaga para sacar partido a su buena salida de balón y podría ser una 'sorpresa' de Simeone para esta campaña.
Por su parte, el lateral argentino está llamado a cubrir el vacío que dejó Kieran Trippier en el carril derecho al marcharse el pasado mes de enero y volver a sacar el máximo partido a jugadores como Marcos Llorente o Daniel Wass en el centro del campo.
Además, el equipo confirmó la continuidad de Antoine Griezmann y tiene de vuelta al centrocampista Saúl Ñíguez y al delantero Álvaro Morata, tras sus periplos en el Chelsea y la 'Juve' respectivamente. El delantero de la selección española parece que finalmente se quedará en el equipo rojiblanco para ocupar un puesto del ataque tras una pretemporada donde ha mostrado buen nivel y goles para convencer al 'Cholo', aunque la competencia en su puesto es feroz. El centrocampista canterano, en cambio, tiene más complicado hacerse un hueco
Con todo, Simeone contará con un equipo más experimentado que no ha sufrido grandes bajas, más allá de la de Luis Suárez, cuyo peso había caído con respecto a su primer año. Las otras bajas han sido la de el centrocampista Héctor Herrera y el portero suplente, Benjamin Lecomte.
Y es que para que el Atlético de Madrid pueda alcanzar sus objetivos en la próxima temporada, varios nombres tienen que dar un paso adelante, pero el principal es el del delantero portugués. A sus 22 años, afronta ya su cuarto año en el equipo, en el que tiene que intentar consagrarse y mostrar todo lo que se ha hablado de él.
La pretemporada ha dejado intuir que este paso adelante definitivo ya está cercano y que el club por fin verá recompensada su apuesta de ser el fichaje más caro de su historia. En su debe, las cifras goleadoras (nunca ha superado los 10 goles en un curso) y evitar las lesiones, que le han hecho perderse más de 30 partidos desde su llegada a Madrid.
A su lado, además de Morata, Griezmann necesita volver a ser el de su primera etapa como rojiblanco tras una vuelta discreta y sin gol, mientras que se mantienen buenas alternativas como el brasileño Matheus Cunha, que ya demostró sus aptitudes el año pasado, el argentino Ángel Correa o el multiusos Yannick Carrasco.