La selección española de fútbol puso fin a la fase de clasificación para la Eurocopa 2020 con otra goleada, un 5-0 en el Wanda Metropolitano de Madrid a una discreta Rumanía, con el que se aseguró ser cabeza de serie en el sorteo del próximo 30 de noviembre y hacerlo sin perder ningún encuentro, una buena noticia empañada por la posterior negativa de Robert Moreno a atender a los medios y su cese como seleccionador de España.
La triple campeona continental parecía haber despedido el 2019 con una amplia sonrisa y sobre todo buen fútbol, con el que desarboló a un rival desangelado pese a no jugarse nada en la capital y de tener a buen núcleo de compatriotas intentando darles su apoyo. El 4-0 del descanso fue una buena prueba de la poca resistencia de los de Cosmin Contra y que dejó más en un trámite una segunda parte con menos efervescencia.
Sin embargo, toda la atención se la llevó el post partido con la no aparición ante la prensa del técnico catalán y el anuncio de una rueda de prensa de Luis Rubiales y José Francisco Molina, presidente y director deportivo de la RFEF, para este martes al mediodía donde se podría arrojar luz a todo el revuelo surgido.
Antes de eso, España afrontó el partido con buena actitud, pese a la fría noche y al poco ambiente en el Wanda Metropolitano, que registró casi la mitad de su aforo. Los de Robert Moreno, con un once renovado respecto a la goleada ante Malta y con más teóricos titulares, salió arrollador, aunque el premio en forma de gol lo encontró con más facilidad en el tramo final del primer tiempo.
Rumanía se vio desbordada desde el pitido inicial y la 'Roja' no le dio respiro con una fuerte presión, rapidez a la hora de mover el balón y metiendo entre líneas a Cazorla, de nuevo demostrando gran nivel, y Gerard Moreno para desarmar a los de Cosmin Contra. Dos ocasiones claras, de Morata y una preciosa rosca de Cazorla al larguero, fueron el preludio del 1-0 de Fabián Ruiz, solo en el corazón del área para recoger un balón perdido y enviarlo a la red.
El tanto premió el buen comienzo local, pero a punto estuvo de quedarse en nada al instante. Un error de Íñigo Martínez dejó solo a Puscas y su disparo se encontró con la respuesta de Kepa Arrizabalaga, en lo que fue la única ocasión de los visitantes, incapaces de pasar del medio en el primer tiempo.
Con el paso de los minutos, los rumanos lograron asentarse algo más y España bajó el ritmo. Tatarasanu vivió con algo más de tranquilidad y aunque las llegadas seguían siendo una amenaza, no había tanta fluidez en los minutos finales. Sin embargo, el combinado español se fue al descanso con el partido resuelto gracias a tres goles en algo más de diez minutos.
Gerard Moreno cabeceó cruzado un saque de esquina para hacer el 2-0 y luego no desaprovechó una asistencia del incisivo Gayà para resolver un partido, finiquitado para los de Contra con un autogol de Rus al filo del descanso al intentar enviar el 'pase de la muerte' del bigoleador a Morata.