Portugal jugó con fuego en los instantes finales ante Turquía. A pesar de ser superior en varias fases del partido también le tocó sufrir. Yilmaz primero con un gol y luego con el penalti fallado los puso contra las cuerdas, pero consiguieron llegar vivos al tiempo de descuento en donde los de Fernando Santos acabaron sentenciando.
Turquía tenía que arriesgar y lo acabó pagando. Un robo de los portugueses dejó desguarnecida a toda la defensa rival. Leão la puso al especio y Matheus Nunes se plantó en el área ganando el mano a mano a Cakir y poner el 3-1 en el 93.