Argentina llora. Diego Armando Maradona falleció este miércoles a los 60 años en la casa de una de sus hijas en Tigres. La autopsia señala como causa natural un infarto mientras dormía. La última persona que vio con vida al argentino fue un sobrino suyo en la noche del pasado martes.
En la mañana del miércoles, sobre las 11:30 horas en Argentina, el psicólogo y el psiquiatra de Maradona entran en la habitación. Se dirigen a él verbalmente pero no contesta. Entonces, según el informe preliminar de la Fiscalía, piensan que está dormido.
Es su sobrino, que se encontraba en la casa, quién acude a la habitación e intenta despertarle. "Lo intentaron despertar sin observar, en principio, la existencia de signos vitales; requirieron la presencia de la enfermera y la psiquiatra quienes le realizaron maniobras de RCP infructuosas" señala el informe.
Tras observar el estado de Maradona, desde el domicilio se realizan las primeras llamadas a emergencias sanitarias. Es un vecino del ex futbolista –médico cirujano- el que le realiza el primer intento por salvarle la vida.
"Luego llegaron las ambulancias a cargo del médico clínico. Prosiguió con las maniobras; aplicó ampollas de adrenalina y atropina, constatando finalmente el deceso del causante", agrega el texto del informe.
Pasados los minutos se confirmó la trágica notica: Maradona había muerto. El vecino, el primero que le intentó salvar, tuvo que declarar ante la Policía por si no se trataba de una muerte natural. La autopsia realizada, antes del velatorio en la Casa Rosada, ha confirmado que Maradona falleció dormido y de un infarto al corazón.
Sin duda, la pérdida de Diego deja un profundo vacío en el pueblo argentino. Maradona ya es una leyenda eterna para el mundo de fútbol.