La Bundesliga volvió a dar ejemplo al resto de las ligas europeas. Se disputaba un partido entre el Augsburg y el Mainz 05 y fue interrumpido durante unos instantes para que Moussa Niakhaté, jugador de los visitantes, rompiera el ayuno del Ramadán tras la puesta de sol.
En el minuto 65 del encuentro fue el árbitro el que detuvo en ese instante el partido para que el defensa se hidratara con agua y también tomó unas proteínas. Fue su propio compañero, el portero Robin Zentner, el que le proporcionó los alimentos. El jugador agradeció el gesto del colegiado y le dio la mano.
"No hay ninguna instrucción general al respecto, pero por supuesto apoyamos que nuestros árbitros permitan esas pausas apoyamos que nuestros árbitros permitan esas pausaspara beber durante el Ramadán a petición de los jugadores", ha dicho el director general de comunicación del Comité Arbitral Alemán, Lutz Michael Fröhlich.
Este no fue el único encuentro que se paró, Bastian Dankert también detuvo unos instantes el RB Leipzig – Hoffenheim para que Mohamed Siamakan se hidratara.
Es una práctica musulmana que consiste en no poder tomar ni agua ni comida en las horas de sol. Sol se puede comer antes del alba o después del atardecer de ahí a que el jugador se hidratara en cuanto se hizo de noche.
Muchos jugadores a lo largo del mundo llevan a cabo esta tradición que comenzó el dos de abril y terminará el uno de mayo.