Luis Enrique salió reforzado tras el 0-6 ante Alemania, pero ante Grecia se vio que esta imagen se desmoronaba. Volvió a faltar la verticalidad y la mordiente arriba. No se entendió el pacto con Sergio Ramos o que pusiera a uno de los mejores jugadores de la actualidad española en un sitio en donde no está cómodo.
Hace unos meses cuando consiguió esa contundente victoria ante los alemanas sería impensable, pero ante Grecia se vio las carencias de la Selección española. Hay muy pocos fijos en este equipo y de una convocatoria a otra hay muchas novedades esto provoca que no haya un conjunto estructurado y un bloque definido.
Se le ha criticado mucho por no llevar a Iago Aspas cuando está en uno de sus mejores momento de forma. Al igual que tampoco se entiende que lleve a Jordi Alba y no le ponga como titular por delante de Gayá. También se le ha señalado por poner a Llorente de lateral derecho y no más adelante para aprovechar la explosión que tiene en ataque.
Para todas estas críticas el seleccionador ya tiene respuesta y asegura ser todo muy "ventajista". "No comento estadísticas tan ventajistas" y asegura que "cada caso es distinto, y hago lo que es mejor en cada momento".
El seleccionador hablaba en la rueda de prensa previa al próximo partido ante Georgia y aunque en ataque se vieron las carencias, asegura que fue el mejor partido defensivo que había hecho en toda su carrera hasta la fecha. "Es el mejor partido a nivel defensivo como entrenador, llevo 10 años, actitud defensiva esperanzadora, el mejor partido en mi carrera como entrenador, eso me hace ser muy optimista".