Kvaratskhelia se convirtió en el hombre del partido. Él solo se decidió a solventar el encuentro para Georgia. Puso el primero y dejó a Suecia adormecida y sin apenas capacidad de reacción. Un error al sacar el balón fue aprovechado por los georgianos para poner el segundo en el 76.
El jugador georgiano se plantó ante el portero sueco y este no pudo hacer nada por detenerle el disparo cruzado.