La pitada por parte de su afición en la derrota del PSG de este fin de semana ha sido un paso más para que Leo Messi decida no renovar su contrato con el conjunto parisino. Tras ganar el Mundial de Qatar, se daba por hecha su renovación pero ahora, el crack argentino parece haber perdido la motivación y la convicción en el proyecto. Inter de Miami, Arabia Saudita y el Barça suenan cada vez más fuerte en la cabeza de 'La Pulga'.
Si el año pasado todas las miradas estaban puestas en Kylian Mbappé, al que finalmente los propietarios cataríes del club convencieron de prolongar su contrato, esta vez el nombre que atrae la atención es el argentino Leo Messi, cuyo contrato acaba este verano. Cuando desembarcó en agosto de 2021 en las riberas del Sena firmó por dos temporadas con una suplementaria si ambas partes estaban de acuerdo.
Durante el pasado Mundial, en el que el de Rosario fue elegido mejor jugador ante la cercana mirada de toda la plana mayor del PSG versión Catar, el futbolista y el club llegaron a un principio de acuerdo para alargar su estancia en Francia. Solo faltaban los detalles financieros que, visto el rendimiento del argentino, no se presentaban como una montaña insuperable.
Pero con el año nuevo las posturas han cambiado. De ambos lados. Y la eliminación del equipo en octavos de final de la Liga de Campeones no ha hecho más que empeorar las cosas. Messi ya no parece tan atraído por continuar su aventura parisina, visto que a sus 36 años la exigencia del alto nivel resulta más compleja.
El de Rosario tiene sobre la mesa ofertas del Inter de Miami y de la liga saudí, sin olvidar que la puerta del Barcelona siempre estará abierta. El jugador mantiene una cicatriz con la afición de la capital francesa, que hace un año le designó como principal culpable de la eliminación europea también en octavos de final. En esta ocasión, la grada del Parque de los Príncipes fue más indulgente con el futbolista, pese a que el equipo cosechó el domingo su cuarta derrota liguera, la primera ante su público.