El fin de semana se disputaba en la Premier el partido entre Tottenham-Arsenal en el Hotspur Stadium. El Arsenal estaba dispuesto a dar un golpe sobre la mesa para asentarse en el liderato, mientras que el Tottenham sigue en su lucha para conseguir entrar en puestos de Champions League.
En un partido movidito, con varios encontronazos entre jugadores de ambos equipos a lo largo de los 90 minutos, el Arsenal consiguió sobreponerse al equipo local por 0-2. Debido a un error del portero francés, Lloris, en los primeros compases del partido, marcándose un gol en propia puerta, y con Martin Odegaard brillante en el terreno de juego, los gunners se hicieron con los tres puntos frente a un rival complicado.
El Arsenal ha conseguido asentarse en la cabeza de la tabla, más aún tras la derrota del Manchester City en el derbi ante el United por 2-1. Al equipo de Mikel Arteta no le tiembla el pulso ante sus perseguidores y alargó su renta como líder en una competición donde cada vez está más cerca de conseguir el éxito.
El portero del Arsenal había completado un excelente encuentro, donde fue uno de los mejores sobre el césped. Una vez finalizado el encuentro, el delantero brasileño del Tottenham, Richarlison, increpó al portero después de que el árbitro indicara el final del partido.
El británico se retiró para recoger su botella de detrás de la portería, cuando un aficionado que se encontraba en uno de los fondos del estadio, saltó a una de las vallas de publicidad y acabó propiciándole una patada por la espalda al guardameta. Una persona de seguridad actuó rápidamente para apartar al espectador del jugador, mientras que se formaba una enorme tangana entre los jugadores de ambos equipo en el campo.
Mikel Arteta intentó que sus jugadores se retiraran rápidamente hacia el túnel de vestuarios para evitar mayores altercados.