El jugador exinternacional con Alemania, Lukas Podolski, de 37 años, estaba participando en un torneo benéfico organizado por él mismo, Schauinsland Reisen Cup, junto a su actual equipo, el Górnik Zabrze. El jugador llegó a jugar en grandes equipos de tres grandes ligas, como el Bayern de Munich, el Arsenal o el Inter de Milán.
En el torneo se enfrenta el equipo polaco a cinco conjuntos europeos de fútbol indoor. El campeonato ya estaba por sus fases finales, en la semifinal que enfrentaba contra el Rot-Weiss Essen, cuando casi al inicio del partido, en el minuto 18, el jugador alemán, Podolski, hizo una dura entrada por detrás a un rival y fue penalizada con falta. El alemán no entendía la decisión y comenzó a encararse de malas formas al árbitro del partido, quien decidió expulsar con roja directa.
Tras abandonar el terreno de juego, su enfado continuó desde fuera y siguió protestando a los árbitros, hasta llegó a lanzar agua hacia el césped y hacia los colegiados. Su equipo tuvo que quedarse con un jugador menos antes de que acabara la primera parte del encuentro y terminó perdiendo el encuentro que no le permitía clasificarse para la final.
En la disputa por el tercer y cuarto puesto, el Górnik Zabrze consiguió la medalla de cobre ante al FC Kaan Marienborn. Mientras que el equipo contra el que había sido expulsado, el Essen, conseguía alzarse como campeón en una final ante el Blau-Weiss Lohne.