El Copenhague hizo gala de su deportividad este miércoles en el partido de Champions que les enfrentaba al Sevilla como locales. El equipo danés dejó la imagen del día en un partido que no tuvo demasiada emoción y que terminó con empate a cero.
Los aficionados desplazados del Sevilla se llevaron una sorpresa cuando vieron lo que el Copenhague les tenía preparado. Los sevillistas estaban en su grada cuando varios trabajadores del equipo se acercaron a ellos y no precisamente con las manos vacías.
Llevaban cervezas para repartir entre los aficionados, algo que éstos celebraron y aplaudieron para agradecer el gesto, algo que fue seguido de cánticos y la visible felicidad de los sevillistas.
Pese a que el equipo danés empezó presionando mucho, el Sevilla, donde Julen Lopetegui volvió a apostar por los canteranos Carmona y Kike Salas y por Dmitrovic en la portería, logró poco a poco imponer su fútbol de posesión, al que le faltó algo más de mordiente. Aún así, Rakitic dispuso de una buena ocasión en el minuto 8 tras un buen pase de Carmona, pero disparó por encima de la portería de Ryan.
Más clara fue la que tuvo posteriormente En-Nesyri, aunque el marroquí, algo escorado en su mano a mano con el portero australiano, no pudo superarle. Tras este buen primer tramo sevillista, los locales se rehicieron y fueron algo mejores en el cuarto de hora final. Kristiansen tuvo la más clara con un disparo ante Dmitrovic que se fue alto, y posteriormente el guardameta estuvo bien colocado para atrapar una falta al borde del área. Carmona, muy activo, no pudo encontrar a En-Nesyri en una buena jugada visitante, y un cabezazo alto de Claesson cerró el primer acto.
El segundo tiempo en cambio estuvo mucho más equilibrado, aunque apenas hubo ocasiones muy claras para ninguno de los dos bandos. Al inicio, otra vez Carmona, probó suerte con un cabezazo, y la réplica vino por medio de Darami aunque Dmitrovic tapó su intento desde la línea de fondo de encontrar a un rematador en el área pequeña.
Lopetegui intentó a partir de ahí ir a por los tres puntos y metió cambios ofensivos con la entrada del 'Papu' Gómez por Rakitic y retrasar al medio a un Isco, que quiso ser protagonista sin demasiado éxito hasta que fue sustituido en los minutos finales y que tampoco pudo aprovechar una buena opción con una falta centrada y casi pegada a la línea del área.
Suso, Dolberg y Januzaj fueron las últimas armas sevillistas para tratar de inquietar algo más y buscar esa victoria, mientras que el Copenhague demostró que su fondo de armario es sensiblemente menor y sus relevos no mejoraron demasiado y permitieron al Sevilla dejar la portería a cero por primera vez en toda la temporada.