El Real Madrid volvió a ofrecer síntomas preocupantes en esta pretemporada 2019/20 después de perder con el Tottenham (0-1) en el primer partido de la Audi Cup, que se disputa en el Allianz Arena de Múnich, y de no poder redimirse de la sonrojante derrota cosechada ante el Atlético de Madrid el pasado fin de semana.
La temporada no resulta ilusionante. Eso está claro en el palco de Chamartín. Ni tan siquiera la llegada de Hazard, ni la asunción de Zidane -que ya pagó su penitencia la temporada pasada- han cambiado el horizonte del conjunto blanco. La sensación es que esta situación sólo la arregla un 'megafichaje' de Florentino o un cambio brusco de guion.
Sin Marco Asensio lesionado, con Bale haciendo las maletas a China y James pendiente de si cambia el blanco por el rojiblanco, la foto no es la mejor posible para un Real Madrid que sigue plagado de dudas sobre el verde. En primer lugar, la intensidad, siempre superado por sus rivales, y en segundo, la falta de mordiente que sólo ponen los más jóvenes.
Entre ellos, Rodrygo Goes, que fue el mejor en una caótica primera parte del 13 veces campeón de Europa. El Tottenham avasalló -literalmente- la portería de Keylor Navas, que volvió a reclamar los focos con buenas paradas. El costarricense aprovechó la lesión de Courtois para hablar en el campo y no en los medios. Si no hubiese sido por el tico, el Real Madrid habría salido goleado en los primeros 45 minutos.
Keylor las paró de todos los colores. A Kane le desesperó, también a Ndombelé, con un paradón a un tiro de 30 metros, e incluso al surcoreano Son Heung-min, al que frustró en varias ocasiones. El Real Madrid sobrevivió como pudo y sólo Benzema, con dos ocasiones aisladas, dio aire a los suyos, que vivieron constantemente en una pesadilla.
Era como si el derbi siguiese jugándose y no tuviese fin. Una de las múltiples ocasiones de los 'spurs' acabó en el fondo de las mallas. El equipo de Pochettino se hartó a buscar la espalda a la defensa madridista. Entre Varane y Ramos coleccionaron un buen número de errores que dieron vida al cuadro londinense. El único gol del partido llegó así.
Un mal despeje de Marcelo terminó en los pies de Kane, que no se puso nervioso y definió con mucha clase. El internacional inglés ajustó con el interior y batió a Keylor por el lateral. El gol llegó a los 22 minutos y todavía le quedaba mucho que aguantar al Real Madrid. El actual subcampeón de Europa corrió más y mejor, apurado también porque su debut liguero es inminente en comparación con el del conjunto español.
En la segunda parte cambió la película, sobre todo porque la actitud del Real Madrid fue diferente. Siguió sobrepasado en el centro del campo, pero apretó los dientes para comenzar a inquietar al Tottenham. Hazard perdonó -sólo- en el corazón del área y Benzema rozó el segundo palo en un remate muy bueno que sólo la suerte impidió que entrase.
Además, Rodrygo vio cómo le anulaban un gol por fuera de juego tras un excelente servicio de Marcelo. Los mejores momentos del Real Madrid culminaron con la presencia del japonés Kubo, cuyo desparpajo le dio permiso para probar dos veces al meta inglés, pero ninguno de ellos cambió la derrota. Es más, pudo ser Troy Parrot quien lograse el segundo para el equipo inglés con un disparo al palo en los compases finales del encuentro. Nada cambió y con el 0-1 se alcanzó el final del partido.