Cuando mejor parecía estar el Betis, llegó el Rayo para darle la igualada a la eliminatoria. Los de Iraola utilizarían el balón parado para ponerse por encima del marcador en el Benito Villamarín. Era Bebé desde tres cuartos el que la clavó por la escuadra.
Parecía lejana, pero con un cañonazo le imprimió la fuerza suficiente para que llegara colocada y con fuerza. Claudio Bravo a pesar de la estirada no pudo hacer nada.