Una serie de despejes imprecisos propició el primer gol del partido entre el Athletic y el Madrid. Primero fue Casemiro y luego Luka Modric. Quisieron quitarse el balón de encima, pero cayó en última instancia a Álex Berenguer que desde el borde del área la puso al palo más alejado de Courtois.
Esto fue a falta de dos minutos para el final por lo que la fiesta en San Mamés fue total y con el pitido final de Gil Manzano estalló en una fiesta.