Vinicius de nuevo fue el elegido por parte de Zidane para salir de inicio. El brasileño le costó entrar en el partido al igual que el equipo, pero a media que fueron pasando los minutos se metió. Lo hacía todo o casi todo bien. Se fue de los adversarios quedándose en situaciones para pasar o marcar, pero no había manera.
Nadie se explicaba cómo podía hacer una jugada de ese estilo y llegar solo ante el portero y fallarla. Rompió el sistema defensivo, fue atrayendo adversarios e hizo una serie de regates que le favorecieron para quedarse solo ante Sportiello. Hace unos días decía que era más fácil el regate que el gol y ante la Atalanta lo volvería a demostrar.
La reacción de Ramos al verlo decía la magnitud de lo que había fallado su compañero de equipo.
A pesar de este fallo, el brasileño aportó mucho al equipo y estuvo muy activo en ataque. Él sería el que provocara el penalti que luego transformó Sergio Ramos. Su partido fue bueno y Zidane al ser cambiado le felicitó por lo que había hecho sobre el terreno de juego.