Había que sumar y el Villarreal goleó. Los de Unai Emery han sumado tres puntos vitales para seguir con vida en la fase de grupos de la Champions gracias a los tempraneros goles de Yeremi Pino y Gerard Moreno. Alberto Moreno puso el tercero en la recta final y Samu puso el cuarto. El ‘submarino amarillo’ planteó un partido muy serio para sumar los tres puntos en Suiza.

Sendos cabezazos de Yeremy (m.6) y Gerard Moreno (m.16) adelantaron pronto al equipo español, que no supo frena a su rival o cerrar el partido con un tercer tanto, por lo que el conjunto suizo se metió en el choque con un gol a un cuarto de hora del final.

Con el partido casi concluido, Alberto Moreno y Chukwueze redondearon el triunfo forastero con una victoria muy amplia para la igualdad vista a lo largo de choque. A pesar de la rápida ventaja obtenida, el Villarreal no logró que se jugara de la forma que más le interesaba y hubo mucho más fútbol de ida y vuelta del que convenía a sus intereses.

En el tramo inicial del partido el Villarreal se mostró intratable. Marcó en las dos primeras ocasiones en las que llegó a la meta del equipo suizo. En primer lugar, Yeremy Pino cabeceó un buen centro de Pedraza y poco después, en una falta, lanzó Parejo y el cabezazo fue de Gerard Moreno.

Con esa ventaja, el Villarreal trató de imponer un ritmo bajo al partido y lo logró durante algunos minutos, pero se vio superado a partir del ecuador de la primera mitad.

Desde ese momento, el Young Boys impuso su ley y con rápidos contragolpe y dispuso de casi media docena de ocasiones de gol. Una de ellas acabó en el palo en un fase del choque en la que el Villarreal estaba a merced de su oponente.

Solo en los diez últimos minutos de la primera parte, el conjunto de Unai Emery se repuso, volvió a hacerse con el balón y consiguió llegar al descanso con una victoria holgada. Este marcador suponía un buen premio para el equipo español, pero castigaba en exceso a un rival intenso, que suplió de esta forma la menor calidad que su rival.

Había sido una primera mitad de alternativas, amena y con buen fútbol entre un Villarreal compacto y un Young Boys con velocidad a la contra.

Aunque Pedraza pudo hacer el 0-3 en un envío al larguero sin apenas ángulo (m.51), el equipo suizo atacaba con intensidad en pos de un gol que le metiera en el partido.

El choque estaba para esa situación o para que el Villarreal lo cerrara con un tercer tanto, ya que los visitantes no conseguían imponerle un ritmo lento y de baja intensidad al juego para tratar de aburrir a su oponente.

El Young Boys cambió su planteamiento de tres centrales por la línea de cuatro cuando quedaba media hora para el final.

El equipo suizo no consiguió hacerse con las riendas del choque y sus opciones de acortar distancias se limitaban a acciones esporádicas ante la meta de Rulli, pero el Villarreal tampoco hacía temer al rival, ya que en la segunda parte, aunque sólido atrás, siempre jugó lejos de la meta de Von Ballmoos.

Fruto de las llegadas del conjunto suizo fue, en un contragolpe, el tanto de Elia que, finalmente y tras mucho insistir, metía a su equipo en el encuentro para luchar al menos por empate en los últimos minutos de la confrontación.

El Villarreal era capaz de imponer su fútbol en los minutos finales, lo que dio alas al rival, pero en un contragolpe, cuando peor lo pasaba, un contragolpe puso el 1-3 en el marcador por medio de Alberto Moreno, casi en el noventa, e incluso llegó un cuarto gol en el primer balón que tocó Chukwueze.