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Tablas en el Sevilla - Salzburgo (1-1) en uno de los partidos más raros de Nervión

  • El árbitro pitó cuatro penaltis en la primera mitad, 3 para el Salzburgo y 1 para el Sevilla

  • En-Nesyri fue expulsado en el minuto 50

Sevilla y Salzburgo no pasaron del empate (1-1). Partido loco el que se vivió desde los once metros en el Sánchez-Pijuán. Kulbakov, el colegiado del encuentro, batió el récord de más números de penaltis pitado en un encuentro en Champions ya que decretó 4 penas máximas, tres para los alemanes, de los cuales solo metió uno y otro para los sevillistas que Rakitic no falló para hacer el empate antes del descanso.

Para los sevillistas no comenzó mejor el segundo tiempo con la expulsión de En-Nesyri por doble amarilla al simular un penalti. A partir de aquí hubo poco fútbol y apenas ocasiones. Siguió el encuentro en esa línea enrarecida hasta el final donde se llegó con el empate.

El Sevilla sobrevive a los penaltis

El choque tuvo solo un protagonista: Karim Adeyemi. El delantero alemán forzó, en solo 35 minutos, las tres penas máximas de las que los 'toros rojos' dispusieron en la primera parte, errando la primera de ellas y volviendo loca a la defensa sevillista bajo el aguacero que recibió a la 'Champions' en Nervión, donde Rakitic pudo neutralizar el tanto visitante antes del descanso.

Y es que el conjunto de Julen Lopetegui cayó pronto en la trampa de los austriacos, que ejecutaron su plan a la perfección y presionaron alto desde el principio. A los ocho minutos, Adeyemi obligó a actuar a Bono, y solo tres más tarde hacía entrar en juego por primera vez al VAR tras ser derribado por Diego Carlos dentro del área.

El colegiado no dudó en pitar penalti y el germano se fue a los once metros, pero ajustó tanto que su lanzamiento se marchó rozando el palo izquierdo de la meta del portero marroquí, que además había adivinado sus intenciones.

Sin embargo, la alegría sevillista se esfumó cuando en el minuto 20 Jesús Navas propiciaba la segunda pena máxima para los visitantes al empujar a Adeyemi cuando la pelota se perdía por línea de fondo. Esta vez, Luka Sucic no falló y silenció el Sánchez-Pizjuán.

Un sudor frío volvió a recorrer a los presentes en el recinto sevillano en el 35 mientras el bielorruso Aleksei Kulbakov volvía a señalar el punto fatídico en una acción en la que el 'Miura' de los 'toros rojos' fue arrollado por Bono, su tercera víctima de la tarde. De nuevo Susic se plantó ante el guardameta sevillista, y esta vez fue el palo el que dio una nueva vida al cuadro local.

Mientras arreciaba, los de Lopetegui aprovecharon la única ocasión que tuvieron para forzar el que sería el cuarto penalti del choque, después de que Wöber realizase una falta sobre En-Nesyri en el área. Faltaban solo tres minutos para el intermedio, y el capitán Ivan Rakitic volvió a meter al Sevilla en la pelea.

Lopetegui miró al banquillo para dar un nuevo aire al equipo en la reanudación. El argentino Lucas Ocampos, que debutaba este curso tras superar su lesión, y el danés Thomas Delaney entraron al terreno de juego para tratar de recuperar la iniciativa, pero la expulsión de Youssef En-Nesyri trastocó todos los planes.

El delantero marroquí vio la segunda amarilla por simular dentro del área, y el colegiado le mandó para vestuarios. En superioridad, Solet erró una ocasión clarísima solo bajo palos que finalmente el línea anuló por fuera de juego.

Solo la entrada de Erik Lamela permitió al conjunto nervionense olvidar el miedo levantando al público de sus asientos con un par de jugadas para enmarcar. La 'Bombonera' de Nervión recuperó la voz para apoyar en el tramo final a los suyos, pero el resultado no se movió y los aficionados suspiraron. No era para menos: el Sevilla había evitado la picota.