Una de las figuras a la que primero se apunta tras un resultado como el que tuvo el Barça ante el Bayern es al entrenador.

No venía gozando de gran confianza, ni con el vestuario, con que ha tenido grandes problemas, ni con la afición. Nuca ha llegado a convencer y los jugadores estaban muy lejos de entenderse con su dirigente. Las imágenes que se producían en los descansos en donde Messi y otros jugadores evitaban su mirada y no hacían caso a sus indicaciones dejaba claro que la sintonía no era buena.

Setién se la jugaba, cada partido que tenía al final de la competición casera era una prueba a su continuidad, caminaba al borde del precipicio y al final ha terminado descalabrándose.

Tras el resultado nada hace presagiar que el técnico va a seguir dirigiendo el vestuario culé. Antes o después, el club va a anunciar su cese y dejará de esta a la orden del equipo. Desde 'Sport' apuntan a que esta decisión se podría tomar en las próximas 24-48 horas y que de momento al protagonista no le han notificado nada, pero fuentes cercanas a la entidad azulgrana aseguran que "siendo un hombre de fútbol ya sabe lo que va a pasar".

Ya sonaron diferentes nombres para sustituir a un Setién, que aún le quedaba un año más para seguir. El nombre de Pochettino siempre ha estado en la lista de uno de los que pudieran coger el mando del equipo.

Desde 'El Larguero' han informado que la semana pasada ya hubo una cena entre Bartomeu . No sería la primera vez que Mauricio fuera tentado y tuviera conversaciones con el Barça, ya el pasado mes de enero, el área deportiva se comunicó con él, pero la Junta Directiva lo descartó en ese momento al considerar una operación bastante polémica por su pasado en el Espanyol.

El exjugador blaugrana lleva un tiempo estando en la órbita del club. De hecho, los jugadores se pensaban que iba a ser él el sustituto de Valverde y no gustó nada que finalmente fuera Setién, esa es la primera piedra que tuvo que superar, no ser aceptado por la plantilla.

El espíritu del Barça y su ADN se ha perdido por eso los líderes en el vestuario quieren a una figura que los represente, que conozca bien cómo funciona el club y que tenga el suficiente carácter para levantar a un equipo que está totalmente hundido.