De la euforia del principio hasta las lágrimas y desesperación al final del partido. Neymar y Mbappé, dos jugadores que cuestan como el 11 titular del Bayern de Munich, no fueron determinantes en la final de la Champions League. Es más, los dos jugadores del PSG no han conseguido marcar ni un solo gol en la fase final.
Las primeras imágenes entre el brasileño y el francés delataban un exceso de confianza ante la final de la Champions ante el Bayern de Munich. Tenían que marcar las diferencias pero no lo hicieron. A pesar de destellos de su calidad, el PSG les exige más para que aparezcan en las grandes citas.
Finalizaba el partido, la estrella del PSG se sentaba en el banquillo y no podría contener las lágrimas. Rivales y compañeros iban pasando por él para animarle, pero ni aun así conseguía consolarse. Era la gran oportunidad para cerrar una gran temporada. Desde que se fue del FC Barcelona, donde ganó la primera, no ha tenido tan a tiro conseguirla y tiene la sensación de que se la ha escapado una ocasión única. Había sido el líder que ha comandado al equipo hasta la final y era su broche de oro.
Incluso en la ceremonia de la entrega de medallas y el trofeo, al pasar por su lado no podría evitar tocarla. Es la competición más deseada a nivel de clubes y muy pocos pueden contar que se han hecho con ella y pueden entrar en el selecto club de los campeones.
En el otro lado, los jugadores del Bayern eran todo caras de felicidad. El equipo alemán venció al PSG en la gran final con un gol de Coman en la segunda parte, y la fiesta tuvo un claro aroma español. Javi Martínez, Thiago, Odriozola y Lucas Hernández, francés pero desde pequeño en la cantera del Atlético, se adueñaron de la fiesta del vestuario del Bayern con la música de Omar Montes.