Ferland Mendy volvió a jugar un partido 167 días después de aquel, a la postre fatídico, encuentro de vuelta de semifinales de Liga de Campeones contra el Chelsea del 5 de mayo en el que forzó para estar y en el que sufrió una periostitis tibial que cortó su progresión en el Real Madrid.

Se perdió la Eurocopa con Francia por ello, pero lo peor fue que, tras cumplir los plazos de recuperación, las molestias en su cuerpo no disminuyeron. Y, además, aparecieron contratiempos musculares derivados de la inactividad que no le dejaron coger ritmo. Hasta este martes.

El italiano Carlo Ancelotti pudo contar por primera vez con Mendy, un futbolista por el que pidió su fichaje cuando entrenaba al Nápoles, pero sin éxito. Y que además de su gusto por el galo supone un alivio a los problemas en defensa que está padeciendo su Real Madrid en este inicio de temporada.

El técnico ha probado en el lateral izquierdo a Alaba, Nacho y Miguel Gutiérrez y Marcelo -lesionado tras los dos minutos que disputó contra el Celta de Vigo y que volvió en el partido contra el Shakhtar Donetsk- y ninguno le ha convencido. También a Eduardo Camavinga contra el Sheriff, en una opción desesperada en busca de la remontada.

Y justo antes del clásico contra el Barcelona, volvió Mendy, disputando 69 minutos en Ucrania que le hacen coger ritmo de cara a uno de esos partidos marcados en rojo en el calendario de cada temporada para el Real Madrid.

Y que también supone un alivio para él al verse capaz de volver a jugar al fútbol y afrontar su tercera temporada con la camiseta blanca, con la que ya acumula 71 partidos.