Los de Jaume Ponsarnau sumaron la tercera plata del verano para el baloncesto español. Los turcos plantaron cara en un encuentro que se decidió en los instantes finales. La intensidad defensiva de España mantenía el primer parcial con color español, gracias además al buen hacer de la pareja interior Sebas Saiz y Willy Hernangómez.

Sin embargo, en el segundo cuarto, Turquía reaccionó y se puso por delante en el partido gracias a su gran acierto desde el perímetro (33-25). La respuesta de España no se hizo esperar tras el paso por los vestuarios y un parcial de 0-9 ponía a los de Ponsarnau de nuevo por delante. Oriol Paulí comenzaba a tirar del carro.

La igualdad dejó paso a un último parcial de muchas imprecisiones en ambos bandos. Turquía sumaba los primeros puntos mientras que Oriol Paulí impedía que España se quedara atrás en el marcador. Aun así, los turcos lograron despegarse en tres puntos a falta de dos minutos para el final.

Ahí, la pizarra no funcionó. Turquía se anticipaba a la línea de pase anotando una canasta clave con la que acariciar la medalla de oro. España lo intentaba pero el tiempo jugaba en contra de un equipo que tendría que conformarse con una ilusionante plata de futuro (65-57).