En las últimas semanas hay varias palabras que, desgraciadamente, se están repitiendo más de lo que nos gustaría. Y ambas van de la mano: coronavirus y ERTE. Tristemente, cientos de empresa se han visto obligadas a realizar una regulación temporal a sus trabajadores a causa de la pandemia que nos está dejando a todos en casa en estado de alarma y haciendo cuarentena.
Esta crisis sanitaria mundial no solo afecta a los pequeños empresarios, sino que también está teniendo secuelas a gran escala, y ya hemos visto a varios equipos deportivos que han tenido que realizar ERTE para poder subsistir.
Hace tan solo unas horas, LaLiga y la Federación anunciaron la suspensión indefinida del campeonato liguero nacional. Esto deja en las manos de los clubes el realizar o no un ERTE ante la menor actividad, algo en lo que la patronal apoyará a las entidades.
Es lógico pensar que, próximamente, clubes de fútbol se vean obligados a dar este paso debido a la ausencia de partidos, lo que repercute negativamente en la falta de ingresos en la taquilla de los estadios y, sobre todo, por televisión. Pero, está claro que, en el mundo del fútbol esto se antoja ligeramente diferente debido a la profesión de los futbolistas en sí. Lo que dificultará que veamos ERTE en el mundo del fútbol español en su máximo nivel.
Los jugadores de Primera y Segunda división tienen unos sueldos bastante elevados, lo que supondría un problema a la hora de realizar el ERTE. Esta medida se toma para que ni la empresa tenga obligación de pagar el salario ni que el empleado tenga que trabajar durante el tiempo en el que esté abierta y el SEPE (Servicio Estatal de Empleo Público) abona el 70% del sueldo al trabajador.
Esa prestación del 70% tiene unos límites económicos en función de las circunstancias familiares y económicos de las personas que, como máximo podría alcanzar la cifra de alrededor de los 1800€.
Esto es lo que hará difícil que los clubes de fútbol profesionales se acojan a los ERTE. Sería una cantidad ínfima para sus futbolistas y, además, puede que muchos tengan acuerdos individuales en los que los contratos obliguen al club a completar la ficha. Aunque lo cierto es que, al ser fuerza mayor, no se puede exigir a la institución en cuestión que pague la nómina de sus empleados en su totalidad.
Además, los clubes tendrían que abonar la seguridad social de sus empleados, salvo que se comprometan a mantener el empleo. Algo que no pueden hacer en muchos casos, sobre todo teniendo en cuenta que hay futbolistas que acaban contrato en junio y que no hay contratos indefinidos en el mundo del fútbol.
Cada club tendrá situaciones especiales que les obliguen a afrontar esta situación especial de una forma u otra. Desde LaLiga ya han afirmado que apoyará las decisiones de aquellas instituciones que soliciten un ERTE si lo creen oportuno ante una situación de fuerza mayor como la que vivimos con el coronavirus.
Lo que está claro es que esta situación extraordinaria tiene un giro de tuerca diferente en el mundo del fútbol debido a todo el poder económico que le envuelve.