Lo que ocurrió el miércoles en la grada del estadio Tottenham Hotspur es, cuanto menos, inverosímil. El futbolista inglés Eric Dier, cuando terminó el encuentro tras caer eliminados en la tanda de penaltis ante el Norwich City, colista de la Premier, se encaró con varios aficionados del club londinense.
El hermano pequeño, que estaba presente en la grada, recibió insultos por parte de algunos aficionados y Eric Dier se encaró con ellos para defenderle, abandonando el césped y dirigiéndose a toda velocidad a la zona donde estaban los espectadores y su familia. "¡Es mi hermano, es mi hermano!", gritó Dier, mientras era sujetado por dos agentes de seguridad privada del estadio.
"Esta persona insultó a Eric y su familia estaba allí. El hermano pequeño no estaba feliz con esta situación y entonces Eric hizo algo que los profesionales no pueden hacer, pero sí algo que todos haríamos", apuntó José Mourinho en rueda de prensa.
El portugués desconocía si hubo insultos de tipo racista. "Sólo sé que la reacción de Eric se basó en lo que le pasaba a su hermano, no le gustó lo que estaba sucediendo allí", añadió. "Si el club quiere sancionarle no estaré de acuerdo, pero lo que hizo está mal", sentenció.
Otros apuntan que también se debió a que su compañero de equipo Fernandes erró el último lanzamiento y los aficionados empezaron a proferir insultos racistas.