El técnico francés, pese a que vio a su equipo dominar el partido, no se relajó desde el banquillo. Prueba de ello fue el monumental cabreo que se cogió cuando Marcelo cedió un córner y protestó la decisión arbitral. Zidane salió del banquillo y le gritó: "¡Deja de hablar!"
Marcelo discutió después con Vinicius y finalmente fue a hablar con Zidane.