El CHV Arganzuela recibió el pasado domingo 25 de febrero al Vóley Manzanares en la 13ª jornada de la 3ª División cadete de Liga Regular femenina de Madrid. El choque debía empezar a las 9.30h y tenía asignados dos árbitros pero solo apareció uno y no se sabía las reglas.

En un gesto de gran deportividad, las entrenadoras de ambos equipos decidieron ayudarle para que el partido se pudiese jugar. Sin embargo, tal y como relata Evelyn Lodolini, entrenadora del conjunto visitante, pitaba lo que quería: “Como los dos clubes nos llevamos bien, las entrenadoras nos conocemos y las niñas también, nosotras le decíamos si el balón había sido dentro o fuera, pero él pitaba lo que quería”.

Evelyn destaca la buena relación entre ambos clubes y el hecho de que no se jugaban nada: “Jugábamos quintas contra últimas. No nos jugábamos nada y hay buen rollo entre ambos equipos, pero de no haber sido así se podría haber sido un caos absoluto”. Eso no quita que ambas acabaran el partido muy enfadadas: “Nos quedamos como diciendo para qué trabajamos y nos lo tomamos en serio si luego viene un árbitro que no se sabe las normas”.

Tal era su desconocimiento que ni puso el resultado en el acta, ni mandó firmar a las capitanas, ni sabía que debía hacer sorteo en el quinto y definitivo set. Fueron las propias jugadoras, de 14 y 15 años, quien se lo recordaron.

Las dos entrenadoras acordaron mandar un escrito a la Federación madrileña de Voleibol para informar de lo que había pasado: “Vamos a mandar una carta en señal de protesta. Todos los equipos pagamos para que el arbitraje sea el adecuado y no me parece normal lo que pasó el domingo”.

Aunque todavía no han hecho esa reclamación formal por falta de tiempo, el Vóley Manzanares publicó un tuit contando lo sucedido y mencionando a la Federación.