El futbolista español, Fernando Torres, ha asegurado que "el mayor trofeo" que ha ganado ha sido tener "el respeto" del mundo del fútbol. Unas declaraciones hechas en una rueda de prensa demás en la que confirmó que su último partido como profesional será el 23 de agosto ante el Vissel Kobe de Andrés Iniesta y David Villa, y ha señalado que su camino y el del Atlético de Madrid "se cruzarán en el futuro", pero que eso "no sucederá pronto".
"El Atlético es el club de mi corazón, nuestros caminos se cruzarán en el futuro probablemente, pero no sucederá pronto. Tengo que formarme, estudiar, aprender cómo funciona todo... Si volviera sería para grandes cosas, y necesito tiempo. Tengo que prepararme para ese gran reto", declaró en una abarrotada rueda de prensa en Tokio.
"Necesito tiempo de estar lejos de la actualidad, del día a día, después de tantos años entrenando y jugando partidos. No sé si entrenaré, gestionaré, estudiaré... Cuando era niño sentí una llamada, ser jugador. Ahora será algo relacionado con el fútbol porque el fútbol es mi vida y creo que puedo ofrecer más cosas", añadió.
Además, el delantero madrileño explicó la razón por la que toma ahora esta decisión, que no tiene nada que ver con el hecho de "estar abajo en la clasificación" o con la marcha de Lluis Carreras. "Soy muy exigente conmigo mismo. Siempre quiero ser honesto y jugar al nivel que creo que debería hacerlo. Creo que en el momento en que no juegue al nivel que me exijo no será divertido, y eso está cerca. Quiero poner fin a esto antes de que eso suceda", aseveró.
En este sentido, confesó que ha sido "la decisión más fácil" que ha tomado en su vida. "Salir del Atlético fue muy difícil y muy doloroso, quería lo mejor para el club pero también para mí, pero volver al Atlético fue fácil, y esto es parecido. Siento que es lo que tengo que hacer ahora. Es difícil empezar a hablar sobre ello, pero una vez comenzado fue rápido llegar a la conclusión de que era la decisión correcta", advirtió.
Torres, héroe de Viena en la Eurocopa de 2008 y autor de 38 goles en sus 110 partidos internacionales con España, reconoció que ha pasado momentos complicados. "Hubo algunos momentos difíciles durante mi carrera, pero siempre los veía como oportunidades, no como un problema. Aprendí cómo resolverlos y cómo volver con más fuerza. Los tiempos difíciles me hicieron mejor", expresó.
"Después de ver la reacción del mundo del fútbol, me siento realmente orgulloso de todo lo que pude lograr durante mi carrera. A veces, los jugadores de fútbol solo se centran en los trofeos. Yo lo hice en el pasado, quería ganar tantos títulos como fuera posible. Ahora que se acerca el final, miro hacia atrás y veo que lo mejor que logré fue el respeto de todos; ese fue mi mayor trofeo", continuó.
Por otra parte, Torres confirmó que jugará su último partido como futbolista profesional el próximo 23 de agosto ante el Vissel Kobe de Andrés Iniesta y David Villa, con los que ha compartido los éxitos de la selección española. "Decir adiós al fútbol junto a mi querido amigo Iniesta es algo que nunca hubiese podido imaginar, y Japón lo hará posible", explicó.
"También estará mi amigo David Villa, con quien comparto probablemente los mejores momentos de la historia del fútbol español. Traté de encontrar un momento icónico para jugar mi partido final y creo que es un momento perfecto", añadió.
En otro orden de cosas, Torres no duda a la hora de designar al mejor compañero que ha tenido. "El mejor jugador fue Steven Gerrard. Completaba mi juego y me elevó a otro nivel. Me encantaría volver a vivir esos momentos una vez más, aunque fuera un sólo minuto. Como rival he jugado contra los defensas más duros del mundo, aunque especialmente John Terry y Carles Puyol, eran una pesadilla", rememoró.
Además, el de Fuenlabrada mostró su agradecimiento al Sagan Tosu, al que ha ayudado a escapar del descenso de la máxima categoría; Torres anotó tres goles en 17 encuentros en 2018, pero los problemas físicos este año le han permitido solo disputar seis partidos. Antes del 23 de agosto, deberá jugar siete partidos de liga. "Me esforzaré al cien por cien en cada entrenamiento para ser mejor, aunque se acerca el final", subrayó.
"He disfrutado jugando en la J1 League -liga japonesa-, jugando en Japón, una competición fantástica. Cualquier equipo puede vencer a cualquiera y eso hace que cada partido sea emocionante para los aficionados, pero también para los jugadores", aseguró.
Por último, confirmó que el presidente de la entidad nipona, Minoru Takehara, le ha ofrecido ser embajador del club en el futuro, una labor que ejercerá tratando de devolver todo el "cariño" recibido. "Quiero decir gracias a mis compañeros, que me ayudaron desde el primer minuto. Ojalá haya podido enseñarles algo, sería lo más importante para mí. Me quedan dos meses para disfrutar del trabajo con ellos", concluyó.
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