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El sufrimiento de los ciclistas tras la tormenta de granizo en la Dauphiné: "Bolas de ping pong"

  • Tim Declerc sube varias fotografías en la que muestra el estado de su espalda

La Dauphine dejó una de las imágnees del año en el ciclismo con la lluvia que se sufrió y pilló por sorpresa a todo el pelotón. El equipo Israel Start-Up definió el granizo como "bolas de ping pong" y el ciclista Tim Declerc subió varias fotografías en la que mostró el estado de su espalda. El sufrimiento de los ciclistas fue extremo en los momentos en los que llovió con tanta fuerza.

En lo que fue la carrera, Primoz Roglic (Jumbo-Visma) se convirtió en el nuevo líder del Criterium Dauphiné tras imponerse este jueves en la segunda etapa, disputada sobre 135 kilómetros entre la localidad de Vienne y el Col de Porte, escenario de la primera 'batalla' entre los aspirantes al Tour de Francia.

El segundo día de la prueba francesa, considerado el banco de pruebas para comprobar los estados de forma de cara a la 'Grande Boucle', se presentaba atractivo por su diseño con cuatro puertos, entre ellos el del final de la jornada, de categoría especial. Los 17,5 kilómetros con rampas medias del 6,2 por ciento se perfilaban como el examen para los 'primeros espadas' del pelotón que se han dado cita en esta carrera, y Roglic, ganador de la pasada Vuelta a España, terminó por ser más el fuerte y alargar el gran reinicio de temporada que está viviendo su equipo.

Fue un día donde no aguantaron otros de los candidatos para el Tour como el neerlandés Tom Dumoulin (Jumbo-Visma), que se dejó un minuto con su compañero de equipo, el británico Adam Yates (Mitchelton-Scott) o su compatriota Chris Froome (INEOS), cuyo potencial parece estar ahora lejos del que ofrece el colombiano Egan Bernal.

El Movistar Team fue de los que lo sufrió, primero con el veterano Alejandro Valverde, que perdió el paso a falta de 4,5 kilómetros junto a Chris Froome, y luego con Enric Mas, que se presenta como la baza para la general en la 'Grande Boucle', pero que tampoco pudo estar en el final con los mejores. Ambos cedieron más de un minuto y medio con el ganador.

Las hostilidades entre los más fuertes, entre los que sí estuvo el vitoriano Mikel Landa (Bahrain-McLaren), se iniciaron a través del alemán Emanuel Buchmann (BORA-Hansgrohe), cuyo ataque terminó por hacer la selección definitiva de la decena de corredores de la que iba a salir el vencedor.