El 47-0 en categoría alevín (niños menores de 12 años) de Las Palmas a Las Coloradas dio la vuelta al mundo el pasado mes de diciembre. Por desgracia, este tipo de resultados son muy comunes en las ligas de fútbol base de toda España. Sin embargo, algunos clubes como el San Pablo Pino Montano, de Sevilla, están tomando medidas para acabar con estos resultados tan abultados.

La iniciativa ha partido, concretamente, de Luis Miguel González, entrenador del San Pablo Pino Montano prebenjamín. El pasado domingo 21 de enero, su equipo recibió en su campo, Los Mares, al Aznalcóllar, equipo del municipio sevillano con mismo nombre. El último clasificado del Grupo 3 de la Tercera División Prebenjamín de Sevilla de fútbol 7 con solo tres puntos y 146 goles en contra.

El conjunto dirigido por Luis Miguel es tercero con 37 puntos y 32 goles en contra en 16 partidos. La diferencia de nivel entre ambos equipos era evidente incluso antes de disputar el partido. Por ello el técnico del San Pablo Pino Montano decidió dar una charla a sus jugadores antes de saltar al campo. “Respeto al rival”; “Si vemos que marcamos muchos goles, yo diré las pautas que hay que seguir”; “A nadie le gusta que le goleen así qué vamos a respetar”; o, “Hay que salir a divertirse y jugar con respeto”, son algunas de las frases de su discurso.

Luis Miguel explica a este medio las razones de esta charla: “Cuando el equipo contrario es muy inferior, les digo que piensen que son niños como ellos que quieren aprender y jugar al fútbol. Si llegamos un número determinado de goles, no deben presionar sino dejarles jugar”.

Ese número a partir del cual el entrenador les marca unas 'normas' es siete, aunque a veces es imposible parar a un niño que va directo a portería (recordemos que tienen siete y ocho años) y llegan hasta los 10. Para evitar marcar más goles, Luis Miguel les plantea pequeños retos con los que puedan seguir aprendiendo y su rival también pueda jugar. El técnico, prácticamente, nos da la lista de estas pautas 'antigoleadas':

Tanto es así que el Aznalcóllar logró meter un gol que maquilló el resultado final de 10-1. Una goleada que al propio Luis Miguel le parece abultada pese a que acordó, con el entrenador visitante y el árbitro, pitar el final del partido cinco minutos antes de lo reglamentario. “Nunca hay que humillar al contrario, son niños que están formándose y una goleada así puede quitarles las ganas de seguir jugando”, subraya el entrenador.

Aunque la idea de este tipo de charlas ha surgido de Luis Miguel, tanto el club como los padres del equipo le apoyan la 100%: “El director de la cantera me dio las gracias y me felicitó por ello, y los padres incluso celebraron el gol que nos metió el rival”.

Un discurso que debería darse en muchos más campos de fútbol base y que, por desgracia tal y como afirma Luis Miguel, no se repite tanto como nos gustaría: “Me dio coraje que el entrenador contrario me dijera que había sido el único en toda la temporada qué había hecho algo así, son solo niños”. Esperamos que esta charla sirva de ejemplo y de ahora en adelante se repitan muchos más gestos como éstos en los campos de fútbol.