Moussa Marega estalló en la última jornada de la liga portuguesa. El jugador del Oporto abandonó el terreno de juego al marcar el 1-2 ante el Vitoria de Guimaraes recibiendo insultos racistas de su exequipo.
El futbolista hizo unas peinetas y no dudó en subir su imagen acompañado de un texto: "Sólo me gustaría decirles a estos idiotas que van a los estadios a lanzar gritos racistas, que se vayan a la mierda. Y también agradezco a los árbitros por no defenderme y por sacarme una tarjeta amarilla por defender el color de mi piel. Espero no volver a encontrármelos en un campo de fútbol. ¡Sois una vergüenza!".
Ante estos acontecimientos, su compañero de equipo, Iker Casillas, no dudó en defenderle: "Respecto para Marenga. Respecto para el fútbol. Respeto para todos".