Luka Modric ha escrito una biografía. ‘Corriere dello Sport’ ha publicado algún extracto de esta en donde se relatan momentos duro que vivió durante su infancia y hace un repaso de toda su trayectoria como profesional.

El croata llega al Madrid procedente del Tottenham. Al club blanco le cuesta esta operación 30 millones de euros y empezó a formar parte de la plantilla en el año 2012. En ese momento dirigía al equipo José Mourinho.

Por todos es conocido que en los últimos momentos del técnico portugués en el equipo no tuvo muy buena sintonía con la estrella del vestuario, Cristiano Ronaldo.

El centrocampista ha recogido en sus páginas cómo una bronca de entre el entrenador y CR7 estuvo a punto de que desatara las lágrimas del delantero. Este hecho se produjo en un descanso de un partido de Copa del Rey. A pesar de ir ganando 2-0 para los blancos, Mou no estaba contento con el rendimiento del líder de su equipo y no paró de reprocharle actitudes durante los 15 minutos entre la primera y la segunda parte.

El técnico le indicaba fervientemente que Cristiano tendría que haber perseguido más a los rivales tras un saque de banda. El jugador le comentaba a sus compañeros “lo hago lo mejor que puedo y sigue criticándome”.

Modric señalaba en su libro que le “sorprendió la reacción de Mourinho. Estábamos ganando 2-0 y José se puso furioso con Cristiano. Los dos se pelearon durante mucho tiempo en el campo. Al regresar a los vestuarios, vi a Cristiano desesperado, al borde de las lágrimas”.

Esto no quedó en esta reprimenda, tras quejarse del trato recibido el jugador portugués, su máximo dirigente en esos momentos siguió echando más leña al fuego y continuó con las críticas. “Entró y comenzó a criticarle por su responsabilidad durante el partido. Se calentaron tanto que sólo la intervención de los compañeros evitó una pelea”.

Otro de los aspectos sobre los que ha hablado ha sido la ovación que recibió el luso en la eliminatoria de Champions que disputaba el Real Madrid con la Juventus por los aficionados italianos. “Todos se pusieron de pie para aplaudirlo. Una escena provocada por el hecho de que los aficionados italianos sabían que Cristiano se uniría a la Juventus en tres meses a partir de ahí”.