El Barcelona sigue en crisis aunque no haya fútbol por el coronavirus. Bartomeu ha degradado a varios directivos de la Junta de su círculo más cercano y gente de confianza de Sandro Rosell está ganando peso a un año de las elecciones en el Barça, según señala Jordi Martí de la Cadena SER.
El presidente del Barcelona ha pedido la dimisión de varios directivos porque cree que son los que discrepaban o hacían filtraciones a la prensa. Algunos de los señalados por Bartomeu son los que forzaron la auditoría del ‘Barçagate’, el escándalo de las redes sociales en las que se criticaba a los jugadores y algunas leyendas del club.
El vicepresidente institucional del FC Barcelona, Emili Rousaud, ha sido uno de los directivos degradados y ha asegurado en la Cadena SER que se optó por fraccionar las facturas para evitar "controles internos", y que fruto de ello varios directivos, entre ellos él, pidieron al presidente que adelantara las elecciones.
"No es que lo vaya a decir la auditoría, es un hecho y ya sabemos que se fraccionaron facturas para evitar controles internos. Estoy en el Comité de Adjudicaciones y esas facturas se dividieron, es una realidad", afirmó Rousaud en declaraciones al programa 'Aquí, amb Josep Cuní' de la Cadena SER recogidas por Europa Press.
El 'Barça Gate', destapado también en la Cadena SER, nace con el pago de un millón de euros del FC Barcelona a la empresa 'I3Ventures' para monitorizar las redes sociales, si bien algunas de las supuestas cuentas controladas por la empresa se dedicaban a criticar a jugadores en activo del club, como Leo Messi o Gerard Piqué, a expresidentes como Joan Laporta o al candidato a las elecciones Víctor Font.
"Siempre intento actuar con honestidad, entiendo que al presidente estas discrepancias o el querer llegar al fondo de ciertas cuestiones para aclararlas igual no le ha gustado... No puedo no decir nada cuando fraccionan facturas para no pasar controles internos", cargó en este sentido.
Rousaud destapó también que Bartomeu intenta degradar ahora a los cuatro directivos --Emili Rousaud, Quique Tombas, Josep Pont y Silvio Elías-- que no pidieron su dimisión, pero sí le cuestionaron esa operación del 'BarçaGate'. "Bartomeu me llamó y me dijo que quería hacer una remodelación en la Junta y que tenía recelos con algunos directivos, entre ellos yo. Me dijo que había filtraciones que molestaron a jugadores y que yo ponía en duda el trabajo de los ejecutivos", denunció.
"Le dije a Bartomeu que yo hablo con la prensa, pero que no filtro, y nunca he criticado a los jugadores. Le pedí que lo mejor era hablar cara a cara cuando pasara el Estado de Alarma, le dije que me dejara reflexionar para decirle algo. Me parece poco valiente hacer esto por teléfono y sin aviso previo", se sinceró el actual vicepresidente, que debía ser el 'delfín' de Bartomeu en las elecciones de 2021.
El directivo indicó que "las razones" esgrimidas por el presidente blaugrana "no son lógicas". "En la Junta informal de hace unas semanas nunca se pidió la dimisión de Bartomeu, se planteó que quizás lo conveniente era adelantar elecciones, la mayoría se decantaba por ello pero no pasó nada", reiteró.
Además, a falta de que se den a conocer los datos de una auditoría pedida por el club para dar luz al 'Barça Gate', de momento sólo se desveló desde dentro del club, no a nivel oficial, que Jaume Masferrer --mano derecha de Bartomeu-- había sido apartado, algo que Rousaud pone también en duda.
"Bartomeu nos dijo que Masferrer estaba suspendido de empleo y sueldo, no sé si está cobrando. Pero me sorprendió que el martes un directivo me dijera que Masferrer le llamó para preguntarle cosas. Quizás está asesorando al presidente, no lo sé", apuntó.
Por otro lado, reconoció que ser presidente del Barça es algo que todavía le hace "mucha ilusión", si bien su camino como posible candidato continuista puede estar ya torpedeado. "Hay que ver si las condiciones son adecuadas. Una candidatura continuista de una Junta que no tuviera suficiente credibilidad, no tendría mucho sentido", confesó.