El Barcelona venció en su visita a Eibar en un encuentro muy cómodo para los de Ernesto Valverde. El equipo azulgrana se adelantó en la primera parte con un gol de Antoine Griezmann, Leo Messi encarriló el encuentro al inicio de la segunda parte y Luis Suárez ya puso la puntilla tras un regalo del argentino.
Con esta victoria, el Barcelona suma su tercer triunfo seguido, segundo a domicilio y ya se afianza en los puestos alto de la clasificación de la Liga. Messi, Luis Suárez y Griezmann marcaron en el mismo encuentro por primera vez en el Barça y demostraron que el parón de selecciones no ha afectado al conjunto azulgrana.
En una semana marcada por las protestas en Cataluña y por el consiguiente aplazamiento del Clásico, los de Ernesto Valverde supieron permanecer ajenos al ruido y ascienden momentáneamente a la primera plaza de la clasificación (19), con un punto de ventaja sobre un Real Madrid que juega este mismo sábado en Son Moix.
La gran noticia para el conjunto catalán, además de la segunda victoria del curso a domicilio y haber mantenido la portería a cero por tercer partido consecutivo, ha sido comprobar que el tridente Messi-Suárez-Griezmann ya se entiende a la perfección; suyos fueron los tres tantos del encuentro, y solo en el primero la asistencia no llegó de la 'MSG'.
Las intenciones del cuadro azulgrana, que superó con solvencia la presión alta de su rival y que sorprendió con la titularidad de Samuel Umtiti cinco meses después, quedaron claras desde el pitido inicial, en una acción en la que Leo Messi le ganó la espalda a la defensa armera pero que fue frustrada por fuera de juego.
Precisamente, con otro pase en profundidad logró inaugurar el marcador, justo después de que Pedro León gozase de la mejor ocasión de los suyos en un disparo dentro del área que se marchó alto. Lenglet vio el desmarque de Griezmann, y un inoportuno resbalón de De Blasis le dejó solo ante Dmitrovic; el guardameta tocó con la puntera, pero no le bastó para desviar el remate del francés, que tras tocar en el palo se coló en el fondo de la portería (min.13).
Bien plantado sobre el siempre complicado Ipurua, el Barça todavía pudo irse con más ventaja a vestuarios. A la media hora, Messi, que poco antes había reclamado un posible penalti, se plantó solo ante el portero serbio, le recortó y, cuando parecía que le había superado, este rectificó para sacar una mano y desbaratar la gran oportunidad blaugrana.
Ni el cambio obligado al descanso, con la entrada de Nélson Semedo por las molestias en la rodilla izquierda de Sergi Roberto, frenó el arreón culé. Así, nada más iniciarse el segundo tiempo, Luis Suárez superó a Dmitrovic picándole el balón en el mano a mano, pero el colegiado anuló el tanto por posición antirreglamentaria.
El uruguayo probó de nuevo al meta armero en el 56, que atrapó su disparo raso tras recoger un buen pase de De Jong, aunque fue Messi el que consiguió incrementar la renta en una magnífica jugada combinada iniciada por el holandés; Griezmann recibió en el área y con el exterior sirvió para el argentino, que definió con un remate al segundo palo.
La generosidad del capitán blaugrana ofreció apenas ocho minutos más tarde a Suárez su buscado gol, en una contra en la que logró plantarse ante el guardameta local para, en lugar de definir, regalársela al uruguayo para que rematase a placer y sentenciase el choque.