Los aficionados a la NBA están de enhorabuena y es que la pasada madrugada regresó Klay Thompson a las canchas tras más de dos años lesionados. El jugador de los Warriors brilló en su vuelta con 17 puntos ante los Cavaliers, que siguen en caída libre sin Ricky Rubio. El norteamericano se atrevió con un mate que levantó a todo el pabellón.
Klay Thompson volvió a jugar este domingo con los Golden State Warriors tras superar dos gravísimas lesiones y 941 días después de su último encuentro con el equipo de San Francisco (EE.UU.). Thompson formó parte del quinteto inicial en el partido que enfrentaba a los Golden State Warriors contra los Cleveland Cavaliers y recibió una enorme ovación por parte del público del Chase Center de San Francisco.
Para redondear la alegría de los seguidores de los Warriors, Thompson metió una canasta en penetración en la primera acción ofensiva de su equipo en este encuentro. Thompson acabó con 17 puntos (7 de 18 en tiros, 3 de 8 en triples), 3 rebotes, una asistencia y un tapón en 20 minutos sobre la pista para ayudar a su equipo a vencer a los Cavaliers (96-82).
"El recibimiento de los fans ha sido un momento muy especial que nunca olvidaré. Nunca olvidaré esta noche", dijo a los medios tras terminar el encuentro. "Dios, ha sido muy divertido. Ha merecido la pena cada día que estuve fuera, cada día que estuve en los aparatos de gimnasio, cada día de recuperación. Cada momento mereció la pena por esto. Simplemente, estoy muy agradecido de competir de nuevo. Ha sido un largo camino, pero también estoy orgulloso de mí por perseverar", añadió.
"Odio usar la frase 'no puedo esperar' Odio usar la frase 'no puedo esperar'porque me gusta estar presente en mi vida pero NO PUEDO ESPERAR a jugar en frente de nuestros fans de nuevo", dijo Thompson en un mensaje publicado por la cuenta oficial en Twitter de los Warriors.
Tres veces campeón de la NBA con los Warriors como parte de uno de los equipos más legendarios de la liga en toda su andadura, Thompson había jugado por última vez el 13 de junio de 2019 en el sexto partido de las Finales que acabarían coronando a los Toronto Raptors.
Ese día comenzó su calvario de lesiones: primero se rompió el ligamento cruzado anterior y después se rompió el tendón de aquiles. Esas dos gravísimas lesiones le dejaron sin jugar en las temporadas 2019-2020 y 2020-2021.