El mercado de la NBA - el más emocionante que se recuerda - ha llegado a su y fin y nos ha dejado algunas anécdotas impensables en otros deportes, sobre todo para los aficionados que no están familiarizados con el aspecto más económico de esta competición. Aunque parezca increíble, hay equipos que siguen gastando millones en salarios de jugadores que ya ni forman parte de la franquicia. Poniendo un ejemplo deportivo, es como si el Manchester United siguiera pagando a Cristiano Ronaldo pese a ser jugador del Al-Nassr.
Los Houston Rockets de Garuba son un ejemplo de este despilfarro, totalmente permitido por la NBA. Pese a ser uno de los peores equipos de la liga, tienen que seguir lidiando con el pago de 84 millones de euros en concepto de salario de jugadores... ¡que ya ni si quiera forman parte de la franquicia! Un agujero económico que también experimentan otros muchos equipos.
Con la extraordinaria incorporación de Kevin Durant, cerrada este jueves, los Phoenix Suns se convirtieron en los claros triunfadores del mercado de la NBA y en uno de los principales favoritos al anillo. En las horas restantes de mercado era difícil competir en relevancia con un traspaso de esa magnitud, pero lejos de carecer de interés, la actividad fue constante y equipos como Los Ángeles Clippers, Los Ángeles Lakers, Milwaukee Bucks y Memphis Grizzlies reforzaron sus plantillas.
Es un detalle curioso la cantidad de jugadores que han firmado por equipos en los que ya habían jugado y que algún día tuvieron que abandonar, muchos de ellos, por estar implicados entonces en alguna operación como las de este jueves. Vuelven a juntar sus caminos D’Angelo Russell y los Lakers, Spencer Dinwiddie y los Nets, Gary Payton II y los Warriors, John Wall y los Rockets, así como Eric Gordon y los Clippers.