Habrá Clásico en la final de la Copa del Rey de baloncesto. El Barcelona ganó por 103 - 90 al UCAM Murcia en un partido que por momentos tuvo mucha emoción y en donde los murcianos plantaron cara al equipo de Sarunas Jasikevicius. El vigente campeón defenderá título ante el máximo rival.
El equipo murciano, la gran sensación de la edición de Granada en la segunda participación de su historia, resistió 33 minutos al acierto de Nico Laprovittola y Nico Mirotic, pero no pudo culminar su hazaña y cayó víctima de un letal Kyle Kuric que rompió el choque en el último cuarto con sus once puntos en el momento clave de la semifinal.
El comienzo del equipo universitario no tuvo nada que ver con el de su fulgurante estreno copero en cuartos. Acusó los nervios en exceso y falló diez de los once tiros de los que dispuso en los primeros cuatro minutos, desaprovechando su buen trabajo en el rebote ofensivo. Como tardó casi cinco minutos en anotar su segundo lanzamiento a canasta, el Barça lo aprovechó y se puso diez arriba gracias al buen momento que atraviesa el Laprovittola.
Los azulgranas, con la tranquilidad que le daba su dominio en el marcador, iban ejecutando mejor su libro de ruta apoyados por una aguerrida defensa que mantenía a raya a los tiradores rivales, con el punto de mira desenfocado durante todo el primer cuarto salvo James Webb, el único con algo de puntería en la puesta en escena del UCAM.
Kyle Kuric y Roland Smits, éste por partida doble, aumentaron la brecha desde la línea de 6,75 y Sergi Martínez se unió poco después desde la esquina a la fiesta del triple para cerrar un primer acto de rodillo azulgrana. Su oponente se veía doblegado en el marcador y en el parqué tras unos diez minutos en los que sus porcentajes de tiro le condenaban a remar a contracorriente el resto de la noche (32-16, min 10).
Un 0-8 de salida a favor de los hombres de Sito Alonso, que apretaron a fondo en defensa, volvió a meterlos en la semifinal y llevó la tensión a la pista. Nick Calathes se retiró al vestuario con sangre en la cabeza y los árbitros tiraron de manual para frenar con sendas técnicas las protestas de los dos entrenadores y devolver así las aguas a su cauce.
Pero la revolución del UCAM siguió ganando enteros. Fuertes atrás, se habían transformado en un equipo letal en ataque, con un inmenso Thad McFadden que ejerció de líder y con tres triples frontales logró empatar a 43 tras siete minutos de locura en el que el parcial a su favor era de 11-27, con la ayuda en la anotación de Isaiah Taylor y Emanuel Cate.
El Barça tiro entonces de experiencia, no se descompuso y respondió en su peor momento desde la misma distancia con un aldabonazo de Sergi Martínez y dos otros dos consecutivos de un Laprovittola en estado de gracia que se fue al descanso con 16 puntos dejando a los suyos por delante a pesar de haber encajado 33 puntos en diez minutos de vértigo (55-49, min 20).
Taylor y de nuevo McFadden, desde la línea de 6.75, rompieron las hostilidades en la segunda mitad y devolvieron las tablas al electrónico. El billete para la final seguía en el aire porque el intercambio de golpes impedía despegue alguno.
Cate, solo bajo la canasta, falló lo imposible y evitó poner a los suyos por delante por primera vez tras 25 minutos de brega y tampoco lo logró Taylor con un tiro cómodo que no toco aro. El UCAM seguía remando pero no lograba culminar la remontada. A la tercera fue la vencida y Tomás Bellas acertó con un triple que desató la locura entre su afición y obligó a Sarunas Jasikevicius a parar el partido (65-66, min 27).
Las opciones de los de sito Alonso seguían disparándose. Su equipo llegó a ganar por cinco puntos a doce de la conclusión pero fue lo máximo que permitieron los azulgranas, que tiraron de Mirotic para recuperar el mando antes de la pausa y, con su arreón final, se fueron a los últimos diez minutos uno arriba (73-72, min 30).
La igualdad se mantuvo durante tres minutos más (78-78). Llegó entonces otro aviso del Barça con Kuric como gran protagonista y el 7-0 de parcial puso contra las cuerdas al conjunto grana. Ahí se acabó la batalla, porque los de Jasikevicius se lanzaron a por el triunfo y sacaron a relucir todo su arsenal para tumbar la resistencia de un bravo UCAM Murcia que lo dio todo y se va de Granada con la cabeza muy alta.